A Galicia me voy

Qué falta me hacía volver a Galicia, que yo ya me lo venía notando, y eso que he estado allí hace exactamente un mes, pero a mi los viajes de ir y venir a correr, me dan mi dosis justa y necesaria para tirar unos días, pero no para recargar.

Como bien sabreis, ya que lo he dicho hasta la saciedad, me voy de campaña electoral, como candidato, no para alcalde, sino para concejal, en unos 15 días de campaña que serán infernales, como me habían contado ya, por las anteriores y anteriores elecciones. No estoy en las listas ni de los primeros, ni de los últimos. Me han puesto en un número clave para gobernar. En el caso de gobernar, cogería las maletas y me iría a Galicia a vivir, con un permiso especial donde me mantendrían casi todos mis derechos en mi trabajo, y al terminar mi trabajo tendría la opción de volver a Madrid, pues me reservan la plaza. Todo un lujo. En caso de no gobernar, aún saliendo, aunque sería complicado, pues no me quedaría más remedio que renunciar a mi acta de concejal, y por último, lo más probable, después de conocer bien a mi pueblo, y la situación política allí, donde nunca pasa nada, y la gente suele preferir que no pase nada, en ese caso, me volvería el día 23 a Madrid, con la satisfacción del trabajo bien hecho durante estos últimos meses y dispuesto a seguir luchando para que, en el 2015 se volviese a dar una buena oportunidad.

Ahora bien, como ya le he dicho a mi jefe (que sabe que estoy deseando disfrutar de estos quince días), me espera en Galicia muchísimo más trabajo que el que podría hacer en la oficina probablemente en un año. Pegadas de carteles a la vieja usanza, colocación de pancartas y banderolas, mítines, reuniones con asociaciones, y algo que se hace mucho en Galicia, no es una exclusividad nuestra, el puerta a puerta. Si, los quince días pasarán de casa en casa de los vecinos. Desde los que te reciben con un portazo e injurias, a aquellos que te ofrecen café o merienda, a los que, desde la tranquilidad de su casa, te proponen cosas que se podrían incluir en los programas, vamos, colaboración. El trabajo de estos últimos años se demuestra ahora, las noticias en prensa, página web, reuniones, asambleas, luchas internas por las candidaturas, alegaciones y denuncias verán su reflejo el próximo 22 de mayo en las urnas.

Yo ya lo he dicho, espero que estos días tengamos buen tiempo, que recorrerse las calles bajo la lluvia no es nada agradecido, y si puedo, si me queda algún minuto de tiempo libre, aprovechar para darme un pequeño baño en la playa, que otra cosa no, pero empieza a apetecer ya.

Como colofón, el último día de campaña tenemos una cena-baile, momento para disfrutar, si las fuerzas nos los permiten hasta altas horas de la madrugada, el sábado, en la jornada de reflexión, tengo una boda y finalmente, el 22 de mayo, las elecciones, una jornada maratoniana que comienza a las 8 de la mañana y termina, quien sabe a que hora termina. Ya que estaré con el tiempo limitadísimo, procuraré dejar varios post escritos, para alguna que otra urgencia, y en la medida de lo posible, os haré un diario de campaña, a mi manera, claro, porque ya sabeis que a mi en este blog no me gusta hablar ni de política ni de mi vida privada, ni entre mis lectores tengo ningún posible votante, con lo cual me evito tener que convenceros de lo que teneis que votar, y esto lo digo ya para los que acusais a este blog de hacer política. Será contar un poco el día a día, desde mi punto de vista, ahorrándoos datos innecesarios como que mi alcalde está imputado por prevaricación, y su concejala de urbanismo también y ambos se presentan a las listas, que el paro haya descendido en 64.000 personas este mes de abril muy a pesar de lo que algunos esperaban, o que mejor se vaya o se quede Zapatero, que a mi, esas cosas, ni me vienen ni me van, yo juego en la liga Adelante.

Cuando leais el post, probablemente estaré de viaje, en autobús, lo digo por que es un medio en el que suelen surgir posts curiosos, y mi primer objetivo, nada más llegar, y antes de la pegada de carteles, será ir a visitar a mi abuela, que está de cumpleaños, por aquello de darle una sorpresa con la que no cuenta.

Bicos Ricos