Hoy más que nunca, desde aquí en Galicia, estoy dándole vueltas a aquello que me dijo hace unos días Angel, me comentaba que parte del plan de ahorro podía consistir en viajar menos a Galicia, y hoy más que nunca también tengo que darle la razón.
Venir a pasar un fin de semana a Galicia para apenas salir de casa es digamos, un suicidio económico, vale que he disfrutado de mi familia, por decirlo de alguna manera, que he estado con mis abuelos, y poco más que resaltar de este fin de semana en el que he optado por salir muy poco y no aprovechar los pocos momentos de playa que ha habido.
Sorprende la nota negativa que se llevan todos mis amigos, que no son pocos ya lo digo ahora y de los que no he disfrutado apenas en todo el fin de semana. Ha sido uno de esos fines de semana donde todo el mundo tiene miles de cosas que hacer, bodas, conciertos, desapariciones misteriosas, miles de planes o ninguno y no aparece nadie, de bajar a tomar un café y leer el periódico sin que aparezca nadie por allí lo que te hace envolver en una capa nostálgica de años mejores, así que he decidido que yo por aquí no vuelvo en una temporada, en una larga temporada. Y lo digo muy rápido pero no me apetece malgastar ni mi dinero ni mi tiempo en fines de semana como este. No sé, quizá me tengan preparada una sorpresa de última hora (se escuchan risas enlatadas). Vamos, que en definitiva esto ha tomado unos derroteros que no me gustan nada, y es que la gente ya ni me echa de menos y a eso hay que ponerle una rápida solución, y drástica.
Me voy con la despensa llena, eso si, y cargado, como siempre y con una sensación de soledad que no recuerdo en tiempo, con muchísimas ganas de estar en Madrid, aunque parezca increíble que yo esté diciendo esto. ¿Torres que se derrumban?
Nos vemos en la capital.
Bueno, son gajes del oficio pero piensa que con esta decisión que has tomado te vas a ahorrar un dinero que te vendrá bien.
ResponderEliminarBiquiños con mel.
A mí me pasaba igual después que salí de mi casa "para emanciparme" de LINARES a MADRID, luego, cuando regresaba ya ni siquiera mi cuarto era mi cuarto (mi madre, al quedarse viuda y sola en el piso lo reformó a su modo, es verdad, mi cuarto sigue existiendo, pero para visitas, todas mis cosas -las que quedaban- las había tirado o regalado-) y mis amigos de LINARES ya no estaban, habían hecho sus vidas... así que cada vez espacié más ir a LINARES (bueno, mi madre viene por GRANADA de vez en cuando), si a eso le añadimos que mi madre y mi novios se llevan pero no se aguantan, y que con mis hermanos me peleé hace mucho tiempo... mejor los amigos de GRANADA, auque pocos sé que los tengo cuando los necesito, que ir a LINARES para nada... Te entiendo perfectamente, y te comprendo, a eso súmale el efecto "morriña" de los gallegos y el efecto "pre-depresión" que anuncia la llegada del otoño, la melancolía, los suspiros y la caída del follaje.... ¡Búscate algo que hacer para no pensar... o caerás en las garras de la melancolía!
ResponderEliminarChristian, si, esa es la parte buena, aunque no veas qué rebote tengo.
ResponderEliminarObservatorio, pero las situaciones son distintas, creo yo. Aunque vamos, a ver cuanto aguanto con la morriña.... ¿Hasta navidades? Sería mi record.
Bicos Ricos
Vengaaaaaaaaaaaaaaa!!! arriba ese ánimo y fuera ése desánimo pasajero.
ResponderEliminar¿Sabes? Hace un tiempo,cuando volví más cerca de casa, me propuse recobrar el tiempo que antes me había faltado para disfrutar de mi familia todo lo que yo hubiera querido. El tiempo fuera de casa durante el internado, durante la carrera, luego el exilio laboral, me hicieron ser consiente del tiempo perdido con mi familia, y más cuando falleció mi padre. Por eso, ahora yo te recomiendo que no te entre esa morriña. Cuando tu vayas a Galicia, disfruta plenamente de tu gente, de tu familia, de tus amigos... y nunca lo consideres como un tiempo perdido. Sólo por dar un beso a tus padres, ya está muy bien justificado ese tiempo y esa inversión... no te arrepientas nunca de ello.
Otra cosa es ya la economía... jajajaj!... eso lo tienes que sopesar tú mismo... Pero nunca, NUNCA des por perdido un tiempo dedicado a la afectividad con los tuyos... aunque tus amigos no hayan estado a la altura... estar con tu gente, es lo más importante. Claro que sí...
Venga! Que si te ves morriñoso, yo te invito a que vengas a pasar un finde a mi ciudad... ¡hombre! Que NO QUIERO VERTE ASÍ!!!
Besos Primaverales... que son los más cariñosos! ¡anda! ¡siempre palante!
No se, al final parece que la gente va haciendo su camino y resulta dificil cuando uno se va, estar ahí siempre, pero no te apueres, que cuando vuelvas allí investido de Senador ya veras como te quieren.
ResponderEliminarUn beso