miércoles, 28 de septiembre de 2011

Títeres

Cuando cayó en mis manos Títeres no sabía a que tipo de novela me iba a enfrentar, no sabía nada de su escritora, tenía ante mi un libro de no muchas páginas que yo ignoraba, sería el primer libro lésbico que me iba a leer.

Es un libro muy ágil, demasiado quizá, y te lees su contraportada, el prólogo y las dos primeras páginas. Ya estás enganchado, irremediablemente. Títeres parte de la noticia de la desaparición de un magnate del mundo empresarial y de cómo su hija, una joven ejecutiva recibe la noticia se va adentrando poco a poco en un mundo oscuro de sexo e intrigas familiares. Rozando un lenguaje escandalosamente poético lleno de epítetos y metáforas actuales sigue los pasos de su protagonista, en sus escarceos a los bajos fondos de aquellas ciudades donde va dejando una imagen de femme fatale, seca, arisca y en ocasiones altiva, buscando sexo salvaje, de pago donde no le hagan demasiadas preguntas, dando una imagen de ejecutiva agresiva que se ilusiona en cada una de estas relaciones que se va encontrado motivada por cierta dependencia afectiva consecuencia de los fríos planes de su padre, Alex a la hora de educarla y convertir su vida y la de su hermano gemelo en una auténtica competición por la búsqueda de un digno sucesor al frente de su imperio.

Títeres es una historia de historias entrelazadas que desembocan en un final donde se comprueba como todos los personajes son marionetas, movidas por unos hilos invisibles. En la mayoría de los casos estos hilos son el poder, el dinero, en otros, los recuerdos, el cariño o la búsqueda de ser uno mismo. Odio e independencia, necesidad y lujuria son términos que se abrazan por momentos.

Mónica Martín gana con tan solo doce años su primer premio de poesía y pronto le siguen varios premios con relatos cortos en la localidad donde reside, Alcalá de Henares. Publica en 2006 su primera novela Sin Control y colabora en la obra El espejo de los deseos de relatos cortos, y le seguirán Visibilidad o Grandes Éxitos y Pequeños Fracasos. Mónica endulza su obra con un lenguaje claro y directo, actual que bien podría ser válido en poesía moderna rama en la que quizá en un futuro nos de muchas más gratas sorpresas dominando el verdadero significado y sentido de las palabras que utiliza.

Títeres se ha presentado el pasado día 9 en la librería Berkana y está publicado por la editorial Stonewall.

P.D.: ¿A qué da gusto como leo? ¿A que os encanta tener un compañero bloguero tan tan gafapasta y tan cultureta?

11 comentarios:

  1. Pues con libros sobre bolleras va a ser muy difícil que yo me convierta al gafapastismo. Porque entre este libro y el anterior que era de tíos pero no follaban, me tienes contento.

    Con la de libracos viciosos que hay en el Berkana sobre machotes folladores...

    Ay, a este paso no seré culto en la vida.

    Besos y agur

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  2. Buenas tardes, bueno, sobre la novela, no dudo que sea una buena novela, pero a mi personalmente no me atrae el argumento, asique supongo que se lo dejo para personas mas sensibles y que gusten de este tipo de lectura.

    Bueno, se agradece de todos modos la información =)

    Saludos.

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  3. Luego dirán que la juventud española o que los españoles no leemos...jajaja pues tú les jodes todo tipo de estadísticas porque madre mía como lees y a una velocidad que vaya tela...jajaj

    A mi vendeme otro tipo de libros jaja a mi esto de amores homosexuales y/o lésbicos no me llaman nada jajaja o mejor dicho,no me llaman por ser de esa "temática".Lo único si el resto de historias entrelazadas y como se ve que al final son todos marionetas fuese merecedor de ser leído jeje :P

    Un besote galleguiño!

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  4. Zowi, a veces hay que hacer de tripas corazón y leer cosas lésbicas, para mi ha sido "mi primera vez", hombre, también he comprobado que los hombres en general somos malísimos pues todos los malos del libro son chicos... Y mira el siguiente que estoy leyendo, que está muy bien, pero de folleteo, poco, quizá tenga que tirarle de las orejas a D.

    Dorian, ay! es que ya acertar con los gustos de cada uno es difícil. A mi me llega el libro y me lo leo. Argumentos más interesantes, seguro que hay mil, pero se lee de una forma muy sencilla y rápida.

    Elprincipito, ay! que perra gorda te ha entrao a ti con lo de pillarles manía a los libracos de amores homosexuales. Caen en mis manos y yo los leo, no es que los busque, pero si te planto un libro de estos para que te lo leas, sin que sepas de que va, supongo, te lo leerías igual porque a fin de cuentas, trataría de una historia de amor ¿no? independientemente de que sea gay o les o lo que sea. De todas formas, este libro ya te digo, no es de amor.

    Bicos Ricos

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  5. Sí!claro que me lo leía,lo que pasa que ya me lo venden como "homosexual" y quizás llevas razón le he cogido como tirria a esa "Temática" jajaja :$ nada ya te pediré que me dejes uno que te haya gustado :P un besote!!

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  6. Pues sí, precisamente te iba a comentar lo curioso que me parece que devores tantos libros, me parece fascinante y me encantaría poder hacerlo también, pero ya tengo suficientes pasatiempos en mi vida jejejejeje. El libro suena interesante y siempre que hay dramas de gemelos, me atraen un poquito más. Cariños Pimpf.

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  7. Pero.... ¿La gafapasta estropea o no estropea el sex-appeal con el que te imagino? ¡Y no me rechistes, que cada cual imagina lo que quiere! Es que no sé yo cómo me cuadran las gafapastas en el retrato robot que me he hecho de tí, jejejeje, buena crónica novelera, lo apuntaré para mis "libros de cuando tenga tiempo", es decir, vacaciones, las que sean, que es cuando leo....

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  8. Sí, sí, cultureta y gafapasta. A ver que yo me entere, esto significa que te nos vas a volver lesbiano?

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  9. Bueno, vale, ahora un ocmentario más sesudo. A mí los libros de temática homosexual me parecían un poco como los guetos gays, chueca o incluso la propia madrid así en general (toma ya, una ciudad de millones de maricas, se me hace la boca agua sólo de pensarlo), que me da la sensación de que desvirtúan la realidad y uno acaba perdiendo el norlte. Pero claro, luego te encuentras la realidad, y Rajoy diciéndote que depende si te ilegalizo un poco o del todo y la verdad, a uno le entran ganas de irse a madrid y meterse de sauna en sauna hasta morir deshidratado pero, eso sí, bien ordeñadito.

    Bueno, y esto era un comentario sesudo. Manda carallo.

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  10. Que apañado, si señor. Lo malo de la literatura gay, es que esta muy metida dentro del ambiente, y me explico. En la presentaciónd el otro día, me llamo la atención que la nueva editorial quisiera abrir sus publicaciones a unas obras que no solo se centraras en el sexo, como toda la literatura gay, y eso sería bueno si, además de publicar estas historias, lo hiciera con otras muchas, y dejaran los autores de ceñirse solo al amor, la busqueda de la identidad y todas esas cosas. Quizas dejar el gueto y posicionarse en otros lados.

    Un beso

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  11. G-boy, la oportunidad que me han dado de leer tanto de esta temática últimamente, aún así espero no abandonar mis libros de toda la vida.

    Z, uy, lesbiano dice, que ya tengo bastante con ser bi, jajaja. Z, yo pensaba un poco lo mismo, pero a fin de cuentas ¿qué libro no lo es? Si me leo algo de economía, es un gueto económico, si lo hago con uno de Rosamunda Pilcher, es un presuicidio... ya he dicho, los leo porque caen en mis manos, no los busco, y me agradan. De hecho les hago alguna reseña para www.cascaraamarga.es

    Kotei, precisamente, los últimos que he leído no se han centrado en el amor, o si, bueno, Mikaël si aunque lo trata de una forma totalmente ajena a lo que es el amor hoy en día, es novela casi del S.XIX, Títeres es más actual, no es cuestión de identidad, ni amor, realmente cuenta la historia de la chica esta a la que le desaparece el padre en un avión... y tiene alguna que otra escena sexual. El que leo ahora, por ejemplo es puro y duro petardeo que podría ser interesante también fuera, y Sedom es, aparte de maravilloso, una historia de la Segunda Guerra Mundial.

    Bicos Ricos

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