Me he ventilado en un tiempo considerable Mikaël, obra del autor danés Herman Bang. Mikaël (1906) podría ser considerada como la primera o una de las primeras novelas homosexuales de la historia, pero desde ya advierto, aquí no todo es lo que parece, y no me refiero a la imagen que tiene la portada de Mikaël.
Mikaël es un joven aprendiz del ya maduro pintor Claude Zoret a quien éste reconoce como "hijo adoptivo". Una relación entre un joven al que le gusta demasiado la vida de lujos y excesos parisina de finales del siglo XIX y un pintor con aires de grandeza y genialidad, una genialidad que siempre le fue puesta en entredicho. La princesa Zamikof acude a Zoret para que éste le haga un retrato que el artista es casi incapaz de realizar, aunque la verdadera intención de la aristócrata no es otra que hacerse con la fortuna de Zoret. Visto que con el pintor no lo consigue atrapa en sus redes a Mikaël. Mikaël pronto comenzará a apartarse del que fue su tutor, mentor, mecenas, padre adoptivo y en definitiva, la persona que se lo ha dado todo, su amor incluido. Mikaël vende una obra que le regaló el pintor y más adelante unos bocetos que éste guardaba. Zoret comienza a ser consciente de que está perdiendo a Mikaël y cae en una especie de locura transitoria que no hace más que devolverle la genialidad de otros tiempos. Sin tiempo apenas para disfrutar de su nuevo momento de gloria cae enfermo. En su lecho de muerte solicita ver a Mikaël pero el joven ya no está para el pintor.
La importancia de esta novela está en que fue llevada al cine en dos ocasiones, ambas en cine mudo, allá por 1916 y 1924. Está ambientada en el mundo aristocrático parisino, entre pintores, escritores, críticos de arte, princesas, ministros, condes y demás ralea y tienes que leerla teniendo en mente las películas mudas porque es complicada de leer, por simple en la mayoría de sus páginas, simple, demasiado simple y muy "rococó". Es difícil meterse dentro de la historia, y yo solo he encontrado una frase inteligente en toda la novela "veía aumentado como aquel que ve a través de las lágrimas". Pero la mayor parte de la obra se la pasa diciendo lo pálidos que son los rostros de los personajes y como estos se "llenan de rubor" o "se tiñó de colorado" o "sus mejillas enrojecieron". También te imaginas a un Mikaël al que le faltan un par de veranos, no en vano es muy común leer "el joven estaba apoyado en la barandilla con la mirada perdida" o "Mikaël veía hacia el infinito sin escuchar a su maestro". Todo muy romántico, muy propio de finales del XIX.
Es una novela homosexual, si, aunque podría no serlo pues trata de forma muy fina el tema al tratarlo de "hijo adoptivo", como hacían en la antigua Roma. Sin embargo, lo que es totalmente cierto es que es una novela de amor, un amor desmedido del maestro hacia el aprendiz pese a que éste le haya abandonado por una mujer. Un joven Mikaël enamorado perdidamente de una belleza rusa por la que también pierde la cabeza. Charles Switt, uno de los personajes que rodean a Zoret también siente auténtico amor por el maestro Zoret. Narra también alguna aventura de algún aristócrata que ve como pierde a su mujer en manos de otro de estos pijos redomados que se paseaban por Versalles. Y quizá no es tanto amor, si no una de las claves que menciona cuando llevas muy avanzada la novela, NECESIDAD. Esa es quizá otra de las claves del libro, una dualidad amor-necesidad difícil de llevar. Por lo tanto, cuando uno piensa en las relaciones en la novela puede pensarse que en lugar de amor hay necesidad.
Ya sabéis, podéis adentraros en la novela clásica gay con este libro que publica la editorial Egales y que podeis encontrar en la librería Berkana, y si, también se puede hacer una compra online.
Me acaban de salir unas gafas leyendo esto. Por el momento son de pasta feas, negras y gordas. Como de mercadillo. Pero ya me saldrán de marca y fashion. Tiempo al tiempo.
ResponderEliminarYo hace poco compre tambien en Berkana uno de los clásicos da la literatura gay: El Corredor de fondo. En este no se andan con sonrojos y palideces. Aqui follan como campeones (como campeones de atletismo, claro). Y se llora mucho leyéndolo. Por las injusticias que cuenta...y por su terrible final.
Besos y agur
Ains, bueno, al corredor de fondo no le hice ninguna reseña, aunque fue de los primeros libros que leí, ya conté también, hace tiempo por qué llamaba a mi ex Billy, y la gracia que nos tuvimos con este libro tanto uno como el otro.
ResponderEliminarY no, Zowi, en este libro, no follan.
Bicos Ricos
Vale, no lo leeré que no me llama nada lo que has contado del libro. Pensaba que iba a tener más chicha, la verdad.
ResponderEliminarPor lo que cuentas, sin importar el lenguaje sencillo, parece interesante. Y noto que te refieres a la protuberancia cuando te refieres a la foto de la portada, je je je.
ResponderEliminarAbrazos.
La verdad es que no sé si asustarme, por aquello que dices de lo simple, que me asusta casi que lo muy complicado, es que yo la lectura, aunque tampoco sea de grandes best-sellers, es como el cine, para evadirme, no para pensar.... y ahora que PUNSET ha cambiado también los misterios del universo por losmisterios del PAN BIMBO creo que ya no me quedan referentes intelectuales en el mundo, jejejeje....
ResponderEliminarY a mi que nunca me han llamado las historias de amor así a lo telenovela (por decir algo jaja) y menos de las denominadas "homosexuales" (que de eso ya te puse lo que pensaba...que a mi eso de "lectura homosexual" "novela homosexual"...si es de amor es 1 novela de amor...qué más dará el sexo de los amantes...jum)
ResponderEliminarNo sabía que se les llamara "hijo adoptivo" en la antigua Roma...otro dato más ^^ jejeje
Un besoteeee chiquillo!
Christian, vale... tendré que venderlo mejor...
ResponderEliminarAntony, no no, nada de la protuberancia, jajaja, nada que ver...
Observatorio, siempre te quedaré yo como referente cultural, este blog y todo lo que os estoy Pimpfiziando.... habrás he visto!
El principito, en el fondo si, se podrían encajar como "historias de amor", claro que las homosexuales, a veces tienen otro tipo de matices, por ejemplo, una discriminación por razón de sexo, los hetero no la padecen.
bicos Ricos
Bueno las heteros no tienen de sexo pero tienen por edad,status etc xD lo de la discriminación no me parece suficiente como para clasificarlas así XD Un besoteee galleguiño!:D
ResponderEliminarEl amor dicen que es quien conduce el mundo, y muchas veces más cosas. Una novela parecida a Muerte en Venecia, ¿quizas? aunque con la diferencia de ser un amor correspondido en cierta medida.
ResponderEliminarUn beso
Kotei, dicen que si, del mismo estilo, aunque previa a esta que tú dices. Yo no he leído Muerte en Venecia, pero he intentado ver un trocito de película, mmmm en este caso, en Mikael muy muy correrspondido no te creas que es.
ResponderEliminarbicos Ricos
Me ha parecido curioso lo que dices de que se ha llevado al cine dos veces. No conozco la novela y no me suenan las películas. Tendré que investigar a ver si las encuentro.
ResponderEliminarMe gustan estos post literarios. Me descubres libros que a lo mejor no habría leído nunca. Ahora estoy con "Sedom" que me suena que te leí la reseña a ti y me pareció interesante.
Un beso (bibliofilo)