La Cabecera de la Quincena (XXXIX)

Llega el final de año, y Carmen Sandiego, al igual que Pimpf se toman unas pequeñas vacaciones. La diferencia es que Pimpf se va a su casa y Carmen SanDiego a delinquir por el mundo en adelante. Pero antes de intentar adivinar a dónde se ha ido en esta ocasión, demos solución a su cabecera de la quincena anterior.

Solución a la cabecera de la quincena anterior: Una quincena más sin acertantes y es que en esa ocasión, Carmen dejó muy pocas pistas, por no decir ninguna más que una simple casa blanca con un arco, una construcción muy típica del sur, parecida a las que se utilizan en los belenes. Y aunque no ha habido acertantes, si hay quién se ha aproximado y mucho. Celso, por ejemplo, mencionaba Cádiz, y cerca de ahí está, aunque no en España, y por otra parte, Melvin decía que podría ser Évora, y en Portugal sí está. Si establecemos por lo tanto un triángulo isósceles entre Évora y Cádiz, podemos encontrar un punto al sur de Portugal, muy turístico, muy veraniego y precioso, tampoco nos engañemos, llamado Albufeira. Pues bien, ahí estuvo Carmen SanDiego, robando, seguramente joyas en los chalets de algunos futbolistas portugueses.

Última y gélida cabecera de 2012

Y llega esta quincena, la última del año, la quincena en la que entra el frío y duro invierno y la quincena que trae consigo las navidades, esas fiestas que como diría el otro, tan entrañables. Pues Carmen, además de ponernos a un chico ligero de ropa con su árbol de navidad, sus bolas, su bastón de San Nicolás y un helado fondo, para que el chico pase hambre. Yo no sé a dónde ha ido en esta ocasión, dice que quizá a la tierra del mismísimo Santa Claus, o cerca quizá, a alguna zona desolada del norte del planeta, a algún lugar dónde los icebergs y los glaciares son más normal que encontrarse un campo lleno de amapolas. Y es que hay zonas del planeta tan desangeladas que incluso con poca vegetación (aunque la tienen) son seguro de una belleza sin igual.

 

Carmen Sandiego dice que os desea unas felices fiestas, que a ella ya no le volveréis a ver el pelo, si es que se lo habéis visto en alguna ocasión, hasta la segunda quincena de enero, puesto que la primera será, para variar también la de la reposición de alguna de sus cabeceras más habituales.