Vamos, que ya está bien. Que desde que ha comenzado esta crisis maldita crisi si con alguien se han cebado los recortes ha sido con el colectivo de funcionarios. Que con esto no quiero restar importancia a cómo puede afectar la crisis a un colectivo u otro, me imagino que ni un jubilado lo estará pasando bien, ni un desempleado con paro o sin paro, o un estudiante, un trabajador autónomo, otro trabajador por cuenta ajena que no sea del estado, un constructor, un marinero, un desahuciado o mismo un político de pueblo en la oposición, aquí pocos escapamos a esta escabechina social que ha supuesto la crisi. Pero en este post no me voy a lamentar de lo que son los dramas humanos que ha generado la crisi. Me quiero centrar en cómo hemos pagado los funcionarios la crisis que no hemos generado y lo que ésta nos está afectando.
Siempre hemos sido un colectivo muy mal visto, en general, el "vaya usted a la ventanilla 15 del tercer piso" y que justo cuando uno está en la ventanilla 15 del tercer piso el funcionario de turno esté justo en su momento de descanso no nos ha hecho muy buena prensa. Y sin embargo, un funcionario también tiene derecho a un descanso en su trabajo, como todo trabajador. Por eso, cuándo en 2010 Zapatero anunció el primer recortazo al salario de los funcionarios, toda la opinión pública que soltaba pestes sobre la política de Zapatero, aplaudieron esa medida como "ayuda" a la contención del déficit público porque ya estaba bien de que viviésemos tan bien. Claro, luego vino una subida del IRPF, y luego vino Rajoy, vino con una supresión de una paga extraordinaria de los funcionarios, y ya puestos, una reducción de días libres, vacaciones y demás medidas que han tomado contra los funcionarios, como si fuésemos los causantes de la crisis, como si en España el número de funcionarios fuese desorbitado o como si fuésemos unos auténticos vividores. No voy a incidir en este post en que funcionarios son los administrativos, los jefes de los administrativos, los médicos, los ordenanzas, los jueces y sus secretarios, los policías, los guardias civiles (en este caso militares), los maestros, los médicos, los inspectores de hacienda y de trabajo, los ats, y un sin fin de oficios que hacen que un país funcione.
Pero ya está bien, de ser inmisericordes con nosotros, que nosotros, cotizamos cada mes, y parte de nuestro salario va para pagar pensiones, prestaciones por desempleo, pagamos un IRPF como todo hijo de vecino (bueno, como casi todo, por desgracia a nosotros no suele salirnos a devolver), pagamos los aumentos del IVA como cualquier otro trabajador, sufrimos una sanidad recortada, una educación recortada, una justicia recortada y solamente para ricos. Todo, como cualquier persona, pero con el añadido de ser funcionario, y mal visto.
Se nos han reducido además de los salarios, de las extraordinarias, los días de vacaciones, en algunos casos, los días que teníamos a libre disposición para asuntos particulares, tenemos en muchos casos, jornadas de 40 horas semanales. Y parece que la sangría contra nosotros todavía quiere continuar. Se habla ahora de eliminar la antigüedad del funcionario. Oiga, y yo trabajo a 600 kilómetros de mi casa y nadie se ha planteado que no cobro dietas por alojamiento y manutención, que tengo desatendida a mi familia, que con las reducciones de días también veré reducidas mis visitas a mis familiares y que con las reducciones salariales veré también reducido mi futuro, sin posibilidad de moverme de Madrid, sin posibilidad de ahorrar. ¿Se puede ahogar más a un funcionario? Bueno, mejor no demos ideas, que por poder ahogar se puede más, si. Y nuestro delito ¿cuál es? ¿Tener empleo fijo? Eso es quizá lo que nos haga ser peor vistos, la coartada perfecta para recortar con ese "no os quejéis que no os váis a la calle" o "si, pero tenéis un trabajo fijo". Cómo si nuestras plazas de funcionarios fuesen un regalo de Dios o un regalo político. No, señores, aunque haya casos dónde los funcionarios son elegidos a dedo, no somos la mayoría, los habemos que pasamos unas pruebas selectivas muy duras para llegar a dónd estamos, y que cada vez se está convirtiendo más en un infierno.
Por eso los funcionarios hemos estado movilizándonos. Somos uno de esos colectivos que presentan en cada manifestación un color característico. La "marea negra" representa a los funcionarios, así como la "marea verde" a la educación, la "marea blanca" a la sanidad, y un largo etcétera de colores. Hemos cortado el tráfico en la mayoría de calles de España, hemos acudido a manifestaciones y solo nos falta plantearnos hacer una huelga a la japonesa para tocar un poco las pelotas al personal. Mientras, vemos indignados cómo las políticas de recortes se pueden y se deben hacer, pero de otras formas, tocando otras partidas ¿se puede el estado gastar dinero público para la compra de azúcar para los políticos para sus cafés? ¿para sus comilonas con los amiguetes? Pues a esas cosas no le han metido mano todavía.
Solo pedimos que nos dejen en paz de una vez, ¡que nos permitan vivir!
PD.: Se me olvidaba, y los bomberos (esos hombretones) también son funcionarios.
PD2.: Os dejo nuestro villancico de 2012:
Los funcionarios españoles se dirigen al Portal
para entregar a los bancos su Paga de Navidad.
¡Y Rajoy en el pesebre se ríe porque está alegre!
¡Y Rajoy en el pesebre se ríe porque está alegre!
Ni cava ni champán.
Navidad jubilosaaaaaa.
¿Qué tendremos pa brindar?
Don Simón y gaseosaaaaaaaaaaaaaaaa
Tienes razón, los funcionarios (yo no soy) siempre son las primeras víctimas y siempre son los que más sufren.
ResponderEliminarLo más sorprendente es que ahogan al funcionario pero no oí decir que los diputados y senadores también van a ser privados de la paga extra, que reducen su salario etc...
Y hay para funcionarios, ¡que haiga también para los políticos!.
Un abrazo chiquitín !!.
Estamos agarrados por los huevos por culpa de un gobierno incompetente y que no toca los bolsillos de los diputados, ministros y senadores... ¡Vergonzoso!.
ResponderEliminarSalu2.
Que post más sentido y que impotencia. No me gustaría estar pasando por todo ese injusto dolor y todos esos recortes. Yo sería funcionario, sería parte de la marea verde y no sé qué tan bien o me iría!. Te voy dejando muchísima fuerza y cariños, seguramente serán unas fiestas distintas,pero tendrás lo esencial: salud y familia.
ResponderEliminarCariños Pimpf.
jajaja me encantó el Villancico, debiste cantarlo y subir el audio. Bueno, ahora yendo al problema que citas, te diré que aquí siempre los funcionarios públicos son mal vistos por el mismo desprestigio que tiene el Congreso y algunos ministerios, peor en estas fechas hay aguinaldos exorbitantes y genera cierta indignación el ver aún tanta desigualdad a pesar de que dicen que la economía ha mejorado. Eso sí, el sueldo siempre debe respetarse pues como dices hay varios casos en los que se han ganado a pulso y esfuerzo, el problema son las otras personas que solo figuran, no tienen preparación, aveces ni van a trabajar y están que se la llevan fácil solo por favores políticos.
ResponderEliminarSaludos!
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El villancico sublime, vuestra situación como colectivo, deplorable, como la de todos nosotros, y no es por aquello de "mal de muchos, consuelo de tontos", es verdad, teneís mala imagen, y cierto, vuestro puesto os costó sangre, sudor y lágrimas estudiando la oposición correspondiente, quien niegue eso, es gilipollas, pero con todo lo de la mala fama agradéceselo a los escritores costumbristas del Siglo XIX, de esos polvos, estos lodos... Yo nunca te criticaría por funcionario.... si no ¡por no mandarme fotos en pelotillas....jejeje! (¡Uy! ¿He dicho eso en voz alta?)
ResponderEliminar¡Ay Pimfito! Esos funcionarios, seres repelentes causantes de toda la crisis y de todos los desastres de España.
ResponderEliminarUn día me dijeron en un bar: ¡Ahora os vais a joder los funcionarios, que el gobierno os quita la paga extra!
Yo me quedé mirando fijamente al dueño del bar y le dije:
-Ahora el que vas a joderte eres tú, porque a partir del mes de enero no pienso venir a tu bar a tomarme el aperitivo diario por los recortes del Gobierno.
El pobrecito se quedó amarillo.
Y es que ¡putos funcionarios! ¡qué mala hostia tienen!
Andresillo..... que ya somos dos los que estamos que trina con Pimfito por eso de las fotos... jajajajaj! Yo creo que todo es un mito, la verdad... jajajaj!
Besos!!!