Las Islas Salvajes

Me ha parecido interesante comentar los problemas fronterizos que ideológicamente hay sobre la Cuestión de Olivenza, a raíz del post que hice sobre la efemérides de la firma del acta por la que se delimita la frontera entre España y Portugal. Lo que creo que tampoco solucionó dicha acta fue otro de los problemas fronterizos que hay entre los dos paises, una cuestión que hasta que he buscado información no tenía ni idea del mismo. Concretamente sobre unas islas, las Islas Salvajes.

 

Las Islas Salvajes son un archipiélago situado entre las Islas Canarias y las Islas Madeira, las primeras españolas y las segundas portuguesas, a 165 kilómetros de unas y 280 de las otras. Se trata de un archipiélago formado por 3 islas y 12 islotes descubiertos en 1438 por el navegante portugués Diego Gómes a la vuelta de un viaje a Guinea. Durante la conquista de las Islas Canarias, muchos fueron los barcos españoles que recalaron allí, y sin embargo, debido a la dificultad del terreno y su escaso valor económico, sumado a su falta de agua no fueron habitadas jamás. Durante el paso de los siglos estas islas pasaron de manos portuguesas a españolas y finalmente fueron adquiridas por algunas familias adineradas de madeirenses. A finales del S. XIX España propuso la construcción en una de las islas de un faro, dado el peligro que representaba para la navegación hacia las Islas Canarias. Portugal se opuso y España construyó el faro a expensas de Portugal.

 

Tras casi setenta años de litigio entre ambos paises, en 1938, la Comisión Permanente de Derecho Marítimo Internacional resolvió que las Islas Salvajes pertenecían a Portugal. España, sumida en plena Guerra Civil no envió a nadie que defendiese la posesión española, por eso a día de hoy se mantiene la disputa. En 1971 el archipiélago es comprado por el gobierno portugués a las familias a las cuales pertenecía y pasa a covertirse en Reserva Natural. Ya en 1976, mientras Portugal vivía convulsionada por los cambios políticos de la Revolución de Los Claveles, tras años de compartir aguas españoles y portugueses, unos simpáticos marineros canarios plantaron en medio de una de las islas una bandera española, y además de este conflicto que tanto nos recuerda a los españoles el conflicto del islote de Perejil, otros conflictos de navegación aérea en dicho espacio. Conflictos que han durado hasta el día de hoy.

 

Y la polémica no es tanto por la posesión de dichas islas, que a fin de cuentas no hay dios que las habite, de hecho España en 1997 aceptó la soberanía lusa sobre la superficie de las islas, sin embargo el problema está en las zonas marítimas exclusivas. Alrededor de cada superficie el derecho marítimo internacional concede 12 millas de control marítimo exclusivo, lo que ocurre es que, en el caso de que dicha superficie esté habitada se conceden 188 millas marítimas de control y eso cambia mucho la situación. ¿Qué alega España? Pues España dice que las islas no están habitadas, por lo que les corresponden 12 millas, y Portugal dice que, los tres guardabosques que hacen turnos en la vigilancia de la Reserva Natural deben ser considerados como habitantes de la isla, así como grupos del ejército portugués que en ocasiones paran por la zona. ¿Quién tiene razón? ¿Están habitadas o no? ¿les corresponden 12 o 188 millas de zona marítima exclusiva? De ahí la polémica que se traen muchos marineros canarios.