miércoles, 30 de julio de 2014

Me he calentado

Chuchis, yo no quería, pero me he calentado, y no es la primera vez, así os lo digo, es que me entran los calores y luego yo no respondo, y me salen post que pudieran parecer políticos, sin ser nada de eso. Vamos, que el calentón no es físico, es un calentón político de estos que me pillo a veces.
 
He leído en un foro de un periódico tirando a antisocialista (que no tiene nada que ver con el mensaje), y la culpa es mía por leer nada en ese diario, que un usuario se quejaba de que los hombres y mujeres del tiempo utilizaban "muy a la limón" las toponimias de cada lugar. Asín de sencillo, y ahí me ha salido esa vena nacionalista que no tengo, pero que en ocasiones saco, por aquello de sacarme el yugo castellanizador que en distintas autonomías todavía padecemos, aunque parezca que no, porque respetar las distintas culturas de las autonomías españolas, cero, y cero comprensión también. Hombre ya.
 
Resulta, que el usuario ese del foro, añade que le parece muy mal que la chica del tiempo utilice alegremente el término "Eivissa" en lugar de "Ibiza" que digan "Rias Baixas" en lugar de "Rías Bajas", por citar dos ejemplos. Y he tenido que responder, porque me ha entrado un calor desde el corazón hasta la cabeza, porque no entiendo yo estos encabronamientos autoritarios. Chuchi, la chica del tiempo solamente ha aplicado lo que es la ley, la Ley 3/1983, de 15 de junio, de normalización lingüística establece en su artículo 10 que "Los topónimos tendrán como ÚNICA forma oficial la gallega", y por supuesto que la única forma oficial para referirse a las Rías Bajas, es Rías Baixas, todo lo demás sería una catetez. Y no hay más vueltas que darle, todo lo demás lo suelen decir los políticos, cumplir y hacer cumplir la Constitución, eso suelen decir cuando juran sus cargos, ahí, respondiendo a la voluntad del pueblo, que en su momento eligió a los políticos que hicieron esa maravillosa ley de normalización lingüística, precisamente para evitar que, otras culturas, diferentes de la propia gallega se nos comiesen con patatas. Así pues, por costarnos, no nos costaría nada decir "Rías Bajas", pero no se trata de hacer más fácil la vida a un españolito de Castilla que está frente a su televisor, indignado porque no entiende nada del tiempo, se trata de algo mucho más gordo, que pretende no tirar por la borda la cultura gallega, cuyo máximo exponente es su lengua, una lengua que ha sufrido sus más y sus menos, pero que debemos evitar a toda costa que desaparezca.
 
Podría parecer una cuestión de egoísmo nacionalista, propio de estas autonomías con distintos idiomas, idiomas que, por cierto, la Constitución no coloca en desventaja frente al castellano, igualándolas. Claro que hay que considerar un factor muy importante, la discriminación positiva, por ello estas "facilidades" que se concede a nuestras lenguas maternas, para evitar su desaparición. Y no me tratéis chuchis, de tremendista, que a los números hay que ir históricamente. Desde que en la época medieval, el galego fuese utilizado libremente y como idioma lírico en toda la península ibérica (Castilla incluída) con la única excepción de Cataluña, el galego ha tenido sus distintas fases. Un idioma cuyo origen es el mismo que el del castellano, y que perdió gran parte de su uso a partir del siglo XV, quizá con la entrada del absolutismo a España. Pasó por épocas muy oscuras pero perduró en el tiempo. Y llegaron los finales del S.XIX dónde un grupo de escritores más o menos ilustrados, con cierto sentimiento gallego, decidieron recuperar nuestra lengua, el conocido "Rexurdimento" o "Resurgimiento" para los castellanoparlantes. Su importancia fue capital, pues poco a poco el galego volvió a ser de uso ya no solo cotidiano (como era lo habitual entre los gallegos) si no de forma oficial. Y llegó Paquito, y Francisco Franco, pese a ser gallego, temía mucho a las autonomías de España, y temía mucho que le saliesen levantiscos frente a esta imagen centralizada que él tenía de España (una grande y libre), la prohibición de las lenguas maternas en las autonomías hizo mucho daño, un daño irreparable, que ha devenido en una pérdida de galego-parlantes, se da en distintos niveles, según grupos de edad, según grupos sociales y según zonas, pero esto no tiene nada que ver con lo que había sido en la edad media. Ahora parece que tenemos un idioma para encabronar y no para enriquecer, un idioma para tocar las pelotas al castellano de a pie que está tumbado en su sillón mirando el televisor.
 
Una pena que a estas alturas tengamos que seguir discutiendo estas cosas, el creer que son imposiciones frente a los castellano-parlantes. A los gallegos, jamás se nos ocurriría cambiar el nombre de las ciudades castellanas, pero por lo menos, déjennos que nuestros nombres, los pongamos en nuestra propia lengua, esa que nos hace bilíngües frente a otros a quienes algo más de conocimiento, sí les ocupa lugar en la razón.
 
PD.: Si ya lo dice parte de la letra del himno gallego que a continuación os copio, porque más clara no puede ser.
 
"Os bos e xenerosos
a nosa voz entenden
e con arroubo atenden
o noso ronco son,
mais sóo os iñorantes
e féridos e duros,
imbéciles e escuros
non nos entenden, non."

Que os traduzco enseguida, para que veáis por dónde van los tiros.

"Los buenos y generosos
nuestra voz entienden
y con arrobo atienden
nuestro ronco sonido,
más solo los ignorantes
y heridos y duros,
imbéciles y oscuros
no nos entienden, no"

6 comentarios:

  1. Coincido contigo, creo que tenemos un paìs muy rico en el que cada autonomía tiene sus propias costumbres y aporta cosas distintas al conjunto. Es como si algunos se avergonzasen de vivir en un país tan plural...

    Bicos.

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  2. Ohhh y yo entraba porque imaginaba que tu pusiste calenturiento (sexualmente hablando) a tono con el verano que viven por alla.

    Pues, el tema del reconocimiento de la pluralidad (que como tema filosofico de fondo contiene el reconocimiento de la "otretad") es complicado, todo un reto para poder lograr la convivencia.

    No recordaba que la constitucion española colocara en igualdad los idiomas que se hablan en las comunidades autonomas, pero claro, eso es consecuencia lógica de reconocer la pluralidad cultural. En el caso del Perú, tenemos tambien una sociedad con muchos pueblos, incluyendo a los de la selva, superan el medio centenar, cada uno con su idioma.

    Si es un tema complicado a nivel antropologico y sociologico, en lo politico es aùn màs candente (como tù... entenderas jajaja). Puesto que la gente cree que pluralidad es la puerta para escindir un estado, pero, salvo que existe un conflicto de división, en el derecho internacional no se reconoce tal derecho a las comunidades que buscan la separación de un estado, pero teoricamente podría (solo podría) intentar reconocerse tal derecho a los pueblos indìgenas que tienen pre existencia al estado moderno y aún siendo así, en la practica tendrian que darse muchisimas condiciones.

    Abrazos.


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  3. Cari... que intenso y fuerte, y más ahora con lo Pujol.

    Me cuesta entender la realidad española, pero lo que sí te puedo asegurar es que no encontre genbte más linda, más bella y más buenas personas que los galllegos que me acogieron como uno más, y a veces me pregunto porque no me quede ahí, en Santiago.

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  4. Absolutamente de acuerdo contigo, Pimpf.
    Aún hay quien piensa, que cuando uno habla otra cosa que sea castellano, lo hace por fastidiar.
    O por que hablar un idioma diferente automáticamente tienes una ideología concreta, que me parece más absurdo todavía.

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  5. tus post patrio-políticos me sacan de onda, te escribo antes de leerlo, cuando termine comento el post.

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  6. Me parece genial que la const proteja el idioma que ya de por si es muy raro para nosotros los americanos, y que no debería, ni tendría porque pasar a un segundo plano en su propio país.
    Que falta de tipo de ese comentarista en ese foro, nunca falta un cateto que no sabe donde esta parado.

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