sábado, 10 de septiembre de 2011

La Golden

María Jesús como cada jueves desde hace 10 años se baja en la estación de metro de Callao, llega maquillada con su colorete y fuertes pegotes de rimmel, los labios muy marcados y esa fragancia que tanto le gusta el Chloe que impregna todo el vestíbulo del metro. Se va directa al Golden.

A sus 73 años, María Jesús no puede hacer más que disfrutar de la vida, y de su buena salud, ya no piensa en rehacer su vida y solo espera que a sus hijos no les parezca mal que cada jueves vaya a la Golden a bailar unos boleros y por qué no, cuando está más animada un poco de salsa. Cuando enviudó hace ya más de quince años el mundo se le vino encima, sus tres hijos todos varones estaban ya casados, con sus familias y para distraerla le llevaban a sus nietos. Ahora los nietos preferían hacer vida de adolescentes, comenzar a vivir y la abuela empezó a verse cada vez más sola. Lupe, su vecina comenzó a animarla a que le acompañase a aquella sala de fiestas donde habían muchos galanes todavía, puesto que María Jesús era muy joven y debía enterrar definitivamente los recuerdos de su José, que se le había ido tan pronto. Quince años después sigue sin borrar de su mente a aquel mecánico que conoció cuando servía en casa de unos señoritos en Príncipe Pío y que con el tiempo se convirtió en su marido y en el padre de sus hijos. No lo olvidaba pero ya estaba más que preparada para pasar un buen rato con algún señor interesante.

Bajó aquellas empinadas escaleras y pensó que gracias a dios ella estaba todavía de muy buen ver y físicamente como un roble, pero que su amiga Lupe ya no podía acompañarla porque con aquellos problemas de cadera que la atormentaban le era ya imposible, cuanto menos bailar. Sonaba "La Bilirrubina" y María Jesús comenzó a mover el pie, muy animada. Le esperaban sus amigas Cándida, Pilar y Sole en una mesa, todas tomándose un refresco sin gas por supuesto. Ella pidió "un Nestea de esos pero del tiempo". Las cuatro amigas comentaban y esperaban que las sacasen a bailar, quizá cuando comenzasen a sonar los boleros.

Como su José no habría ninguno jamás, pero por allí cerca, apoyado en la barra estaba Paco, destacaba por ser de los pocos que tenían todavía pelo, y por su altura, el cabello peinado al agua hacia atrás y su americana de la que sobresalía un pequeño clavel y un pañuelo con forma de triángulo del bolsillo del pecho. María Jesús pensaba que era un poco hortera,  no le cabía duda pero era el hombre más guapo de La Golden. Se le acercó, y sus amigas se daban codazos nerviosas por si las sacaba a bailar, pero eligió a María Jesús. Bailaron unos boleros "La Historia de un Amor" y "Lo dudo" ambas de Los Panchos, mientras charlaban, pronto volvió malhumorada.

Candida, Pilar y Sole extrañadas le preguntaron que qué había ocurrido, que si Paco se había intentado propasar.

- Nada de eso- contestó María Jesús todavía malhumorada- este es otro listillo que va a lo que va, una cosa rápida y si te he visto no me acuerdo, enseguida me he dado cuenta y le he dicho que tengo tres hijos, dos nueras y nueve nietos, se ha espantado.

6 comentarios:

  1. Vamos, que a las personas mayores les pasa muchas veces lo mismo que a sus hijos y nietos. Curiosa forma de verlo, nunca lo había pensado...

    Biquiños con mel.

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  2. Muchas veces nos olvidamos de nuestra gente mayor, como si ellos ya lo hubiesen hecho todo, como si no tubiesen derecho a disfrutar. Me encanta ver como por mucha edad tengan, la gente mayor puede y debe divertirse.
    Ultimamente tus post me conmueven y me gustan especialmente.
    Besos

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  3. Muy bueno.... jejejeje, lo tenías que haber publicado el día 26 de Julio, que como son Santa Ana y San Joaquín, los abuelos de Jesucristo, es el día dedicado por las instituciones a las personas mayores y a los abuelos... Eso de que lo espantó, al decirle que tenía tres hijos, dos nueras y nueve nietos... ¡ha sido de antología!

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  4. JA JA JA, ME HA HECHO REÍR MARÍA JESÚS. parece que la veterana anda buscando algo serio, je je je.

    Abrazos.

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  5. Christian, que a menudo tendemos a olvidarnos de los mayores, nos pasa a todos.

    JFL, eso te iba a decir yo, pueden y deben, yo, si la salud me lo permite sé que seguiré haciendo el cafre aún con setenta y pico años.

    Observatorio, vamos, pero San Joaquín y Santa Ana son palabras mayores, jejejeje.

    Antony, vamos, María Jesús es como todas las mujeres, que van de dignas, pero le pica lo mismo que a todos.

    Bicos Ricos

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  6. jejeje, me recuerda a mi abuela, que se iba todos los días a los bailes para mayores que había por Madrid, con su amigo, a disfrutar de la vida, que lo merecía y muy mucho por todo lo que estuvo trabajando a lo largo de sus años.

    Me encanta la gente así.

    Un beso

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