lunes, 29 de octubre de 2012

La Solidaridad de mi vecina

Tengo una vecina solidaria. No es una vecina de las nuevas. Qué va, si ya había hablado de ella en alguna ocasión. Es mi vecina de enfrente, la que vive puerta con puerta, la que los sábados noche conecta su home cinema, lo pone al volumen más alto jamás imaginado para ver Parque Jurásico, la primera parte, y todo para tener a sus hijos callados parte de la noche, porque es incapaz de acostarlos pronto.
 
Claro, no podía hablar de otra que de la vecina de los niños diabólicos que no hacen más que gritar en todo el día y ella por las mañanas les hace un zumo de naranja, que también se escucha la trituradora, les dice aquello de "venga, a tomarse el colacao". Un coñazo de vecina, también os lo digo así de claro.
 
La familia es peculiar. Él se pasa el día trabajando, y llega totalmente hundido todas las noches a su casa, casi arrastrando los pies. Ella tiene un trabajo seguro que mucho mejor, que le permite viajar de vez en cuando, y los niños suelen quedarse muchas veces con los abuelos. Es ahí cuando yo respiro aliviado y dejo de escuchar el jaleo. Son, por norma general muy maleducados, las cosas claras. Cuando coincidimos en el descansillo, no te creas que ni ellos, ni los niños son educados, no se les suele escapar un "buenos días" o un "hola", yo no exijo esas cosas, que cada uno allá con su educación.
 
Pero el post no es para criticarlos por esas pequeñas cosas entre vecinos, aunque le he dedicado gran parte de las letras a ello. El pasado sábado por la mañana, cuando volvía de hacer la compra, al lado de la puerta del edificio, dónde todavía estaban los contenedores de la noche anterior, en el suelo, estratégicamente había una bolsa de galletas surtidas, unas con muy buena pinta, todo hay que decirlo. Quién se las dejó olvidadas allí, o quién las depositó con la intención de que alguien que pasase por allí las recogiese, no contaba con que en este edificio hay gente solidaria. Y tan solidaria. Pasé de largo por las galletas, subí a casa, abrí mi ventana para que entrase hasta el último rayo de sol y me asomé al balcón. Llegaba mi vecina de enfrente. Y en un acto totalmente solidario, vió las galletas, puso cara de sorpresa, las cogió, abrió el paquete, derramó las galletas en el contenedor y tiró todo. Ni galletas para nadie que rebusque en la basura, ni para ella, ni para sus hijos, que con solo tomarse el colacao tienen suficiente.
 
Yo creo sinceramente que mi vecina es del PP, también os lo tengo que decir así de claro, porque con esto de la ordenanza que va a prohibir recoger residuos de las papeleras o de los contenedores que piensa sacar adelante la alcaldesa Ana Botella, pues, mi vecina o bien no quiere que multen a nadie, o bien no quiere que Madrid de esa imagen tan triste de la gente recogiendo cosas en la basura.

19 comentarios:

  1. Que cabrita, que mala gente por favor.

    Salu2.

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    1. Le molestaban las galletas ahí, vamos, que si fuese una bolsa de basura la dejaba en su sitio, seguro.

      Bicos Ricos

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  2. cuando leí el título pensé que había invitado a unos sin techo a una cena o comida, pero una vez leído el artículo pensé: "Que h.p es la vecina de las narices".

    Un abrazo chiquitín !!.

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    1. Jajaja, a unos sin techo. Bueno, en Madrid mejor no hacer ese tipo de cosas, bah, y en Galicia tampoco, se puede ayudar de muchas otras formas.

      Bcios Ricos

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  3. Conmovedor, simplemente te electriza lo que ahora se vive por allá y las muestras de solidaridad ciudadanas mientras los politicos vende patrias se sumergen en nun espiral de crisis y más crisis.

    Besos nene.

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    1. No te engaño si te digo que más o menos cada 10 minutos pasa alguien a remover en los cubos de basura. Muchísima gente hay que no tiene nada, y luego estamos el resto, apretados pero dentro de lo que cabe, viviendo bien.

      Bicos Ricos

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  4. La cosa está como para agudizar el ingenio e impedir que una de las vías de escape de quienes no tienen nada, desaparezca. Y todo ¿por qué? Porque es incómodo de ver y una ruptura estética de la MADRID PRE-OLÍMPICA... A la mierda ella y la botella... Besotes.

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    1. Es que queda muy mal, chuchi. Hombre, si me dices que es por razones sanitarias, y me ofreces otra solución, me parecería perfecto...

      Bicos ricos

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  5. Ay, que titulo más engañador, me esperaba un verdadero acto solidario, que cada vez son menos, pero que dolor me ha producido el post, no solo por las pobres galleticas que no tenían culpa de nada...ay, que dolor, si no por esa ordenanza ¿tan mal va todo por allá? y bueno, aunque así lo fuese, ¿qué rayos pasa por la mente de la alcaldesa?. Cariños Pimpfillo.

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    1. Soy un maestro engañador con los títulos, jajaja, bueno, para que veas que tipo de vecina tengo, que ni las rubis harían algo igual.

      Bicos Ricos

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  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  7. Lástima que no recogiste las galletas tu de primero, Pimf, así esa vecina egoísta no las hubiera derramado.

    Abrazos.

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    1. Uhm, que conste que las vi cerradas, lo pensé y pensé que no tenía necesidad de galletas, que engordan y además, si alguien las había dejado ahí era precisamente para que otra persona las recogiese.

      Bicos Ricos

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  8. Los vecinos siempre dan para mucho. Y cuandi crees que ya nada puede sorprenderte... ¡paf! Sorpresa al canto.

    Ánimo y paciencia con ella.

    F.

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    1. Hombre, tengo varias historias y post de vecinos y compañeros de piso, jajaja, en eso soy un crack, claro que a mi no me gusta hablar de la vida de los demás, ejem, bueno, vale, me encanta.

      bicos ricos

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  9. Yo tampoco las hubiera tomado, a lo mucho las hubiera puesto en un lugar más alto para que no esté en el suelo y ya quien quiera cogerlas.

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    1. Bueno Munani, eso lo decimos los que no las necesitamos, pero, antes que pasar hambre...

      Bicos Ricos

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  10. ¡Qué hija de la gran puta! Mi madre, desde pequeño, me inculcó una norma que, aunque simple, es para mí como un mandamiento divino "El pan nunca se tira a la basura", aunque esté duro, "se pone en una bolsa aparte y se coloca al lado de la basura, o enganchado del contenedor" mi madre siempre decía "alguien lo puede aprovechar, aunque sea para sus perros o sus gallinas" y eso es verdad, nunca he tirado comida a la basura, o se come todo, o se guardan los restos, o se tiran a la "papelera de reciclaje" (siempre tuve perros, o sea, que residuos orgánicos, cero patatero), y ahora, no sé si leíste el post de mi ex compañera de trabajo, que ando convirtiendo mi casa en un banco de alimentos, creo, insisto, que tu vecina es una hija de la gran puta, he dicho.

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    1. Claro, a no dejar nada en el plato porque "los chinitos...", jajaja jodidos chinos, que ahora se nos comen ellos a nosotros.

      Bicos Ricos

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