Y Galicia habló

Si os pensábais que os íbais a librar de un post político post-electoral después del sosegado post de ayer sobre mi cumpleaños, estábais en lo cierto, y no por nada en especial, es que no sé si lo sabéis, pero a mi en este blog hay dos cosas de las que no me gusta hablar, de mi vida privada y sobre todo de política.

 

Claro que, a ver cómo enfoco yo esto. Es que Galicia ha hablado, y vaya que si ha hablado, que mejor era que se hubiesen ahorrado el manifestarse. Yo ya lo dije días atrás, que Galicia era un medidor de la realidad española, pero a su forma. Si en Galicia al PP le va bien, en España al PP le va bien, pero en Galicia siempre ganará el Partido Popular, independientemente de quién gobierne España. Dicho esto, el resultado para los partidos de izquierdas ha vuelto a ser demoledor, una derrota como Dios manda, por goleada, una victoria absoluta aplastante por parte de los populares que deja muy tocada a la oposición. Dicho esto, el análisis requiere un poco de seriedad y de reflexión por mi parte.

 

Si bien, no se puede extrapolar el resultado gallego a España, esto ha servido para dar un poco de tranquilidad a nuestro amigo Mariano, a la sazón, presidente del gobierno de España y también gallego, faltaría más. Pues bien, si yo fuese popular sacaría algunas conclusiones de estas elecciones, en primer lugar, esto no es una muestra de confianza de los gallegos en las políticas de ajustes de Rajoy, por mucho que digan que Feijóo fuese el pionero en adoptar estas medidas de recorte del déficit, paparruchas. En segundo lugar, el PP ha perdido un número importante de votantes, 125.000 o 150.000 que tampoco lo sé muy bien (que no he querido mirar las cifras), y aquí es dónde la gestión de la administración Rajoy ha perdido puntos, luego, sí puede extrapolarse una pérdida de votos en otros lugares de España. Y sin embargo, la victoria, se ha debido a algunas cuestiones básicas, en primer lugar, fomento de la no participación en las elecciones y desaliento de la izquierda, fragmentar y desanimar a la izquierda es fundamental para que no vayan a votar, la táctica del "todos los políticos son iguales", que se mantiene gracias a un electorado fijo que en Galicia los populares siempre han tenido, y que, sumado al gran número de abstenciones, blancos y nulos han servido para que, con menos votos que nunca, la diferencia con los rivales haya sido mayor.

 

Sin embargo, analizado el papel del Partido Popular, un socialista no debería detenerse demasiado en lo que hace su rival político, ni en sus estrategias electorales, un socialista tiene que mirar más hacia adentro, no se puede ganar la Champions cuando tu sueño es medirte con el Real Madrid, o cuando el partido más importante de tu liga es el derbi entre el Celta y el Depor. Dicho esto, tan metafórico, yo creo que los socialistas tienen que tomar de una vez por todas medidas, ya no solo en Galicia, en España, y a lo mejor en Europa, dejando atrás personalismos y luchas intestinas. No puede ser que tu rival político gobernando pierda 150.000 votos y tú, en la oposición pierdas todavía más votos, cerca de los 250.000 ¿Hola? No se puede presentar a cualquier candidato, hay que presentar siempre al mejor candidato por muchos apoyos que tenga un candidato dentro del partido, por mucha fuerza que este ejerza entre los grupos internos. Creo que toca renovar caras, muchísimas caras, pero esta renovación no tiene que venir solo cambiando la imagen, toca cambiar un poco la filosofía, buscar fidelizar el voto de la izquierda recuperando la confianza, sobre todo de los trabajadores, porque lo que no tiene lógica alguna es que un trabajador vote a un partido de derechas, y eso es lo que está ocurriendo últimamente.

 

Bueno, ya no os doy más la tabarra con mis disquisiciones políticas, yo solo digo que, si buscan nuevas ideas, nuevas caras, gente maja, buena persona, guapo y todos los adjetivos positivos que se os puedan ocurrir, que el partido cuente conmigo, y si lo que quieren es seguir con esta racha de resultados negativos sin frenos cuesta abajo pues, que sigan como hasta ahora y se habrán cargado el trabajo de más de cien años de lucha por los derechos de los trabajadores.