- ¿Donde quieres que nos veamos? - le pregunté sin dejar de soltar mi teléfono ni un solo segundo, todavía sorprendido no solo por el hecho de estar hablando con él si no porque por mucho que pareciese increíble, habría un encuentro.
- A mi me da igual, mientras haya música. - respondió una voz apresurada.
- Te paso a recoger entonces en la puerta de tu casa, el sábado a las 21.00h ¿te parece bien? - Contesté emocionado - Está preparado para cualquier cosa.
- Muy bien, a esa hora estaré, y prepárate tú también - contestó con su vocecita llena de ilusión.
Durante el resto de la semana estuve devanándome los sesos, pensando qué le gustaría más a este chico, tenía que sorprenderlo, y no por una cuestión de quedar bien, más allá de ser un bloguero al que estimo, es un bloguero al que admiro. Reconozco haber sido un fan suyo desde que leí su primer post, uno de los blogueros que me ha llegado a enternecer el alma, a encogérmela, a hacerme vibrar con sus pequeños pasos para el hombre pero grandes para la blogosfera.
Sábado, 21:12 horas, llego por fin a su puerta, está apoyado en una pared, distrayéndose con cualquier persona que pasa por delante, ojeando su reloj de vez en cuando. Llego tarde, para variar, así que tendré que ser muy majo, para compensar.
- Ey, guapetón. Súbete al coche, soy yo, el Pimpfito - le digo desde mi coche mientras esbozo una sonrisa para disimular.
- Llegas 12 minutos tarde, así que, no perdamos el tiempo con piropos, ¿A dónde me llevas?
- ¿Cómo que a dónde te llevo? ¿tú a dónde te crees que te voy a llevar? Después de haberte leído después de cierto tiempo sé que es lo que te gusta....
- Sorpréndeme - contestó mi interlocutor.
- Bien, chuchi, sé que estudias, que te gusta estudiar aunque te robe tiempo para bloguear, cosa que, egoístamente no me gusta pero que sabemos que es una inversión para ser el día de mañana un chico con estudios. Pero, claro, un sábado noche no te voy a llevar a la universidad.
- Lógicamente no, es lo que menos me apetece en estos momentos. - repuso mi amigo.
- También te he leído ciertos post picantones, subidos de tono, sobre relaciones sexuales esporádicas, esporádicas y también de sexo duro, subidas de tono, bueno. Para ello te he traído un regalo de última hora, pero no lo utilizarás conmigo... es para que lo uses cuando estés aburrido, con ganas de ello pero por cualquier causa no puedas tener ese sexo que imaginas de tu personaje.
- Ahora sí que me dejas intrigado, cabronazo. - Mientras arrugaba en entrecejo y subía una ceja, para darse un aire de suspense.
- Bien, mejor cuéntame que tal te va, más cosas que no hayas contado en el blog, mientras llegamos, sé que te va a gustar, es tu gran pasión.
El chico que tenía de acompañante comenzó a hablar sin parar durante casi todo el recorrido, ansioso por saber a dónde lo llevaría. Y por fin, tras unos kilómetros llegamos al lugar esperado.
Efectivamente, lo había llevado a una discoteca, a hacer eso que tanto le gusta, a bailar. Su cara se iluminó a la par que se encendían y apagaban los neones en la fachada de aquella discoteca. Varias horas de música. Me habría gustado llevarle a algo más tipo bailes de salón, pero no está la cosa como para que le de tres pisotones, pues yo bailar agarrado no sé, no me veo meneándolo para un tango, aunque él quizá si me metiese a mi ese meneo. Él lo agradeció igual, y nos pasamos la noche entera bailando. Yo terminé agotado. Como para no estarlo, es que es inagotable mientras baila.
Por fin, nos subimos en el coche, ya de vuelta a casa, solo quedaba un regalo por hacerle, el regalo picantón, el que debería utilizar cada vez que tuviese ese calentón del protagonista de sus post relatos más sexuales. Y de la guantera de mi coche saqué un pequeño paquete que él cogió intrigado, rompiendo el papel que lo envolvía en cuestión de milésimas de segundo.
- ¿Sudokus? - Preguntó intrigado Munani.
- Si, claro, como tu personaje de ficción sexual, Sudoku. - Repuse tanteando su cara de sorpresa.
- Mi personaje es Sodoku, no sudoku.....
- Ya bueno, así lo llamo yo, Sudoku, y para que los días que tengas calentón, como ya dije, si no puedes hacer todo eso que hace el personaje, con los sudokus vas y te relajas.
Ambos estallamos en una carcajada.
Munani es mi blogamigo secreto este año. Siempre tengo mucha suerte con mis blogamigos, este año no podía ser menos, Ay! Qué bonito el encuentro, chuchi, quizá algún día lo hagamos, lo de ir a bailar, solo tenemos que ir fijando dónde, cuándo y cómo. Pero espero que pronto.
Bicos Ricos
Ohh gracias Pimpfito! la verdad también hago los "Sudokus" de periódico que me encuentre así que me cae a pelo tu regalo de abstinencia jajaja Gracias x llevarme a bailar, sí pues me encanta y eso de llegar tarde mmmm mal ahí XD pero tus palabras fueron muy bonitas como para dejarlo pasar. Seguiré dando esos pasos que te inspiran tanto, estoy hecho para darlos. Un abrazo muy fuerte y de nuevo gracias :)
ResponderEliminarQue bonito el regalo, además te has esmerado bien para compensar que hayas llegado tarde a vuestro encuentro.
ResponderEliminarcon lo que gusta bailar, este encuentro habrá sido genial para él jajaja
ResponderEliminarAwwww, se me fue participar este año, U__U pero los post que he leído están re lindos. Me hubiese gustado tener una salida así con Pimpf...pero bueh, quién sabe más adelante. Cariños Pimpfillo.
ResponderEliminarMunani, espero que te haya gustado, y que conste que me has salido barato... ya se sabe que estas cosas del amigo invisible siempre tienen un presupuesto limitado, jejeje, exceptuando el viaje a Perú, claro.
ResponderEliminarChristian, si, había que quedar bien, me encantan esos pasitos que dice Munani.
Damian, bueno, tú ya lo has visto bailar, al parecer.
G-boy, un negativo.... y lo de bailar tú y yo... uhmmm, no sé, no te veo yo muy bailarín.
bicos Ricos
¡Vaya! no me quiero imaginar el día que yo sea tu bloguero secreto... jajajajaj! ¿qué me vas a regalar=? jajajaj!
ResponderEliminarBesos!
Interesante encuentro, Pimpf, y ya sabes para la próxima, a practicar bastante para que le cojas el ritma a bailar apretado.
ResponderEliminarAbrazos.
¿Y eso del blogguero secreto, cómo se hace? ¿Y por qué me lo he perdido? ¿Y donde andaba yo? ¡Ah, sçi, con las obras de los cojones, jejejeje! Por cierto... ¡Nos tenemos que creer que un sábado noche os dedicásteis a hacer sudokus...! (Es que soy malo, ya lo sabes, me gustaría imaginarme este mismo post hablando de mí.... jejejeje)
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