Quién te ha visto, y quién te ve

El Reino Unido no es ya ni la sombra de lo que ha sido a lo largo de los últimos cinco siglos, una de las grandes potencias mundiales que ha hecho un imperio en base a sus colonias a lo largo del planeta, hoy en día pintan muy poco, al punto que hasta Francia vuelve una vez más a ningunearlos.

Y todo esto se ha reflejado el pasado fin de semana en esa reunión de líderes europeos cuyo objetivo era buscar la viabilidad de cambiar alguno de los tratados de la Unión Europea para mantener la moneda única que tanto esfuerzo nos está costando a los europeos, ya no solo a los 17 países que tienen el euro como divisa, también a los otros 10 que están un poco a la expectativa de lo que le suceda a la moneda de la Unión Europea. Así, y una vez más, el peso económico de la reunión recayó nuevamente sobre Alemania, el gran motor de Europa, que a su vez está sirviendo de freno al arranque del resto de países amén de la negativa de Merkel de permitir que el Banco Europeo adquiera bonos de los países miembros, y tras la Merkel, Sarkozy, que ha visto que si no puedes con tu enemigo, lo mejor que debes hacer es unirte a él, por ello el papel de perrito faldero del presidente galo que no se pierde una en esta crisis financiera. Así pues, el eje franco-alemán que en su día iniciaron Adenauer y De Gaulle, que continuaron Miterrand y Kohl, y que a día de hoy se mantiene vigente con Merkel y Sarkozy no ha hecho más que volver a pisotear a los británicos. Eso si, los británicos siempre han ganado puntos para su exclusión de los momentos importantes europeos, en su día lo hizo Tatcher aislando más, si cabe a este país que ya de por si se encuentra aislado físicamente, ahora Cameron, ese primer ministro británicos que no es más que un presidente de segunda división vuelve a autoexcluirse, pero esta vez por chulito.

En un momento en que le tiemblan las piernas a toda Europa, un momento que exige unanimidad de decisiones (léase unanimidad a la hora de decir sí a Alemania) va este proyecto de primer ministro británico y desde fuera de lo que es la unión monetaria exige una serie de condiciones y un veto para una moneda de la que los ingleses no participan por decisión propia y su particular cerrazón que es tan característica como el humor británico. Efectivamente, a los ingleses, dentro de lo que cabe siempre les ha ido bien, su economía siempre ha sido de las más punteras del mundo, pero perder peso político hace también que lo que era estar en cabeza se termine convirtiendo en mediocridad, y es a día de hoy que la Gran Bretaña no es nadie en el panorama internacional, pese a que siempre se le consulta todo, más quizá por su peso histórico. Recientemente Obama, el presidente de los Estados Unidos animaba a reforzar el peso de Inglaterra en la construcción de Europa. Se ve que Cameron ha seguido a pies juntillas su idea, y ahí ha ido a esa reunión de líderes pero con unas exigencias fuera de lógica y de contexto, y que han conseguido quizá algo que era impensable, que la Unión Europea fuese realmente una unión y todos al unísono, los 26 países restantes, dentro o fuera del euro han tenido que dar la espalda al Reino Unido. Y es que, si nunca han creído en la Unión Europea, si nunca han participado realmente de la construcción de europa ¿a qué viene siempre intentar porculizar?

Gracias Cameron, hoy una vez más, la Unión es más Unión (o más Alemania) que nunca gracias a ti. ¿Y Rajoy? Bueno, le estoy dando un minimargen a nuestro futuro presidente del gobierno al que se la han metido ya doblada por primera vez en Europa, y eso que todavía no gobierna. Nos esperan tiempos entretenidos a la par que reivindicativos a la izquierda europea.