La tradición esperada

Ya el año pasado hice un post similar. No se me ocurre otra cosa en estas fechas que contarlo, por ahora, lo que sí no me apetece es ponerme a felicitar a los blogueros las fiestas porque cada uno las celebra como mejor puede.

En mi pueblo, como mejor podemos y sabemos es reuniéndonos todos o casi todos en cuestión de unas tres horas por las calles del casco antiguo, en los bares, donde todos con un vino en la mano comenzamos a cantar esas canciones tradicionales de siempre, esas canciones que se aprenden de borrachera en borrachera, las que cantaban ya los abuelos y hemos ido heredando. Ahí es donde nos felicitamos las fiestas, donde nos reencontramos con aquellos que estan fuera, o mejor dicho, donde nos reencontramos los que estamos fuera con la gente que está aquí. Los locales desbordan en cuestión de unas horas pero todo el mundo, a partir de las nueve de la noche comienza a dispersarse, también como pueden, unos muy cargados de vino, otros cargados de regalos que repartir esa misma noche, y otros, como yo, disimulando no haber bebido nada. No cuela, todos sin excepción han bebido algo. 

No sé si este tipo de cosas se hacen en otros pueblos, pero aquí es una fiesta espontánea que ha venido a más cada año y que esperamos como si fuesen las fiestas grandes del pueblo, todo, como ya dije en una ocasión, gracias a los viejos, nosotros solo mantenemos la tradición. Y que siga así muchos años.

Felices fiestas