Una chavalota

Si hay algo que caracteriza a Gordi, mi compañero de piso es el ser todo un Don Juan, un hetero de tomo y lomo, pero sobre todo de esto último, del que se mete grandes zampadas el jodido. Gordi sabe que es lo que más le gusta a las mujeres, el fútbol.

Gordi y Norman Foster me han dejado este fin de semana solo en casa, el segundo se ha ido a tierras lusitanas y el primero se ha ido a su pueblo y ha venido cargado de lotería de navidad y ya me ha encasquetado alguna participación para conseguir en verano contratar a la Flash Band en su pueblo y bailar canciones agarrados, al parecer el último grito en orquestas, algo que los pueblos de los alrededores envidiarían. En su puente me ha enviado un par de mensajes a través del Facebook, por que sí, Gordi es además mi amigo de Facebook. En esos mensajes me preguntaba si iba todo bien y yo le respondía que de maravilla, aunque me dejasen las sartenes sin limpiar, pero que estaba muy tranquilo solo en casa. Y ya, pronto me comentó que aprovechase que estaba solo en casa para llevarme a alguna chavalota a casa a dormir, bueno, a dormir y a lo que fuese. Le reí la gracia y pensé en lo práctico de su consejo.

En otro mensaje, ya el domingo, poco antes de venirse me preguntó que como había visto el partido de fútbol. Ambos somos del F.C. Barcelona. Le dije que lo había disfrutado un montón, y su siguiente pregunta fue si me había llevado a alguna "chavalota" a ver el partido a casa. Le contesté que no, que lo había visto solo y lo había disfrutado igual. Eso es ser un romántico y lo demás son cuentos. ¿Cómo no se me ocurrió antes a mi? ¿Tendré ya más desarrollado mi lado gayer de mi bisexualidad que el hetero? Probablemente, pero vamos, que podría aplicar el mismo razonamiento para los chicos. Invitarlos a casa a ver el fútbol, y eso teniendo en cuenta que entre los gays el fútbol es algo tan importante como que los glomerulos de Malpighi y la cápsula de Bowman en los mamíferos tibetanos estén totalmente desafectados. Esa hubiera sido la clave del éxito este fin de semana. Pero no lo hice, y es que nunca doy en el clavo. Ahora sé que tengo que hacer más caso de las intuiciones de Gordi. Lo próximo que haré para triunfar será dejarme algo de Koipe en el pelo, que eso seguro que las apasiona, y también descuidar más mis pies, ya no digo en cuidados, que ahí están bastante descuidados, y lo advierto por si hay blogueros fetichistas de los pies, me refiero a la cuestión olfativa, mis pies no huelen, pero tendré que probar a sembrar por toda la casa un inconfundible olor a queso de cabra, y por último, ya, para volverlas locas o locos, será tirarme en el sofá y subirme la camiseta, pero no como haría un futbolista musculado, o cualquier persona con un vientre plano, no, eso sería una auténtica provocación, el mérito está en hacerlo luciendo una espléndida tripa cervecera.

Seguro que siguiendo sus pasos, en pocos meses habré triunfado, aunque lo que creo que es que más que triunfar con las mujeres, lo que conseguiré será triunfar en el cine, y de una actuación así, solo puede dar lugar a un papel en cualquier comedia tipo American Pie, o mismamente, Porkys El Regreso.

Bicos Ricos