¿Y si cae aquí?

Han sido horas de tensión mientras todos esperábamos escuchar en la voz de los niños de San Ildefonso que nuestro número fuese el premiado. Otro año más habrá que guardar la ilusión intacta, las botellas de champán en la  nevera y comprobar si algo ha caído en la pedrea.

Desde hace unos años en mi grupo de amigos compramos cada uno un décimo en cualquier lugar de la geografía española para el sorteo de navidad que siempre se celebra cada 22 de diciembre.Y cada año, permanecemos todos expectantes delante del televisor escuchando la melodía de los chicos mientras cantan. El pasado año nos tocaron 120 euros. Este año hemos reinvertido esos 120 euros en otros números, y nos han tocado 220 euros. Vamos mejorando y nos vamos acercando. Quizá, quien sabe, tengáis el próximo año un compañero bloguero millonario. Este año, la azaña ha sido acertar los cuatro últimos números del segundo premio, y pensábamos que solo por eso nos íbamos a hacer de oro, pues han sido nada más que 100 euros, así que, a reinvertir un poco más en lotería del niño y el resto, a guardarlo para la lotería del próximo año.

Esto de la lotería, lo que tiene de bonito es que es el pistoletazo de salida de las fiestas. Y uno siente la navidad como nunca a partir de este día, y es ya cuando llega todo el alboroto. Nosotros, que somos previsores hemos anticipado este año una de las tradiciones, la de los vinos, por un motivo excepcional, y los hemos celebrado ayer por la tarde noche. Una sesión rodeados de amigos, y buen vino de la tierra por las callejuelas de mi pueblo, adornadas con luces navideñas que ya las  quisiera para sí la capital del reino, como algunos le llaman. No tienen nada que envidiarle. Y desde primera hora de la mañana, la megafonía anima a los ciudadanos a consumir en los comercios, al ritmo de villancicos, que le dan a todo esto, si cabe, un ambiente mucho más navideño.

Yo ya he estado con parte de mis familiares más cercanos, y ahora con nervios, solo me queda esperar al día 24, el gran día, ese día donde todos nos vamos durante unas horas a tomar unos vinos, aunque creo que esa tradición secular ya la he contado en más de una ocasión, y no es cuestión de hacer un post inmenso. Tengo que dosificar un poco, así que, mañana os contaré un poco más de estas mis navidades.

Bicos Ricos