jueves, 15 de diciembre de 2011

No te fallaré....

No te fallaré, somos compañeros
siempre estaré aquí si me necesitas
no te fallaré, somos compañeros
compañeros de trabajo, de la vida y del amor
compañeros de las dudas que tenga tu corazón....

Parece que fue ayer, y todavía tengo frescas estas palabras de Amaral cada vez que comenzaba la serie de televisión Compañeros, con Quimi y Valle en esas tensiones amorosas de adolescentes, sin embargo, este post de hoy no es una historia de adolescentes, de personas mayores, o muy mayores más bien, pero todavía en activo.

He comentado por algún blog que las aguas están revueltas en mi trabajo y yo me veo un poco en el centro de un huracán, una tempestad como la que azota Galicia estos días de alerta roja por lo menos. Una de mis compañeras, en edad ya de jubilación ha solicitado una prórroga para continuar trabajando. No habría problema si no fuera porque esta señora no está ya para trabajar, demasiado trabajo para ella sola con el que no puede, y necesita algunos ayudantes. Yo, como el último en llegar estoy en las labores de tomar las riendas de su puesto, bien echándole una mano, o bien haciendo su trabajo, que es lo que hago últimamente. Pero esta señora tiene otros planes. Su intención es que le coloquen a alguien en su despacho con ella, pero todos nos hemos negado, y es que somos así de buenos compañeros. Yo le he dicho en su día que no tengo inconveniente alguno en echarle una mano cuando esté agobiada pero que ni por el asomo me voy a su despacho. Mi jefe me ha pedido que, durante este cierre de ejercicio, cuando haya mucho volumen de trabajo le eche una mano.

Aunque el problema viene de atrás, unos cuantos meses más atrás, la última pústula del mismo ha saltado cuando ha ido al jefe a quejarse de estar muy agobiada por su trabajo y yo no le eché una mano por no considerar que este fuese el necesario para echarle una mano. Entonces se me ha puesto un poco chula, se le ha puesto chula al jefe y en general, chula con todo el mundo. Yo le he dicho a mi jefe que con malas formas jamás trabajaría con alguien, que no pensaba ayudarle. Pues más agobio para la señora, que sin mi ayuda y con el volumen de trabajo se empezó a ver realmente agobiada. Esta vez mi jefe me pidió que sacase el trabajo adelante. Y comencé a trabajar libremente. Como el trabajo iba saliendo con facilidad, comenzó a protestar, pues su táctica de colapsar los expedientes de todos los departamentos no funcionaba. Vuelta a quejarse al jefe, y lo último, lo de hoy, "encontrarse mal" y no poder venir a trabajar. Pues bien, me veo esta mañana con un trabajo que ni os imagináis, un despacho lleno de expedientes esperando que saque adelante y que yo no podré hacer solo. Como veis, estoy haciendo mi post tranquilamente, y luego buscaré alguna foto nueva para la carátula de esta última quincena que ya comenzado y no he cambiado todavía. Con calma, como dicen, despacio pero con buena letra.

Para que luego digan que la vida del empleado público es sencilla. ¡Ay Rosell! Ahora es cuando recuerdo las palabras de ayer de Juan Rosell, presidente de la patronal, CEOE, y su exigencia al ínclito Rajoy para que se pueda despedir a los funcionarios. La pregunta que me hago es ¿mi puesto en juego? ¿el de esa señora? ¿el de los dos? Rosell, si me lees, cari, no entremos en ese tipo de peticiones al gobierno que ni te van ni te vienen, que aseguran la independencia de los empleados públicos frente a gobiernos corruptos y empresarios ávidos de incrementos de beneficios que, todavía no se han enterado de que ellos no son los dueños de los trabajadores, que sus empresas no son nada sin el capital humano, y que son ellos, los empresarios los que demandan trabajadores y que, precisamente, si la economía española va mal, no es por culpa de los empleados públicos si no más bien por culpa de que los empresarios no están demandando trabajadores, pese a la ingente oferta que tienen. El mundo al revés, pero... no te fallaré.

9 comentarios:

  1. Ay, mi niño. Cómo me gustaba Compañeros. Qué antiguos que somos.

    Yo tengo la solución al problema con tu compañera de trabajo: ella hace los post de tu blog y los comentarios oportunos y tú haces todo su trabajo de sumar números y poner sellos. O lo que hagais los economistas contables, que no lo sé.

    Y el Rosell, qué forma de tocar los cojones, y en sólo en cincuenta y nueve segundos. Imagínate lo que dirá cuando le dejen hablar sus amigos horas y horas.

    Besos y agur

    ResponderEliminar
  2. ¡Vaya con la señora! A lo mejor me estoy equivocando pero con esta entrada me ha quedado la sensación de que tu "compañera" es como el perro del hortelano, ni come ni deja comer. Vamos, que ni quiere jubilarse y dejar el puesto para los demás, ni quiere hacer las cosas ella sola.

    Bicos!

    ResponderEliminar
  3. Pues si que es "maja" la buena señora, como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer, vamos que no hace su trabajo ni deja a los demas que hagan el suyo, en fin.

    Bueno, espero que logres terminar ese trabajo, pero sobre todo que no te estreses compi.

    Bsos

    ResponderEliminar
  4. wow que dilema! Pobre mujer que no se deja ayudar. Y como es que le asignan tantas cosas? o es que se le acumulan?

    Que terrible!!

    ResponderEliminar
  5. Pero gente así la hay en todos lados, el caso es plantar cara y que no te tomen por tonto porque luego se suben a la parra.

    ResponderEliminar
  6. Outchis que complicado Pimpfillo, y todo por el mismo sueldo imagino, mal, es que espero a mi no me llegue a pasar eso alguna vez, porque a veces en el cole se junta un papeleo apocalíptico jejejeje.Ánimo y a ver cómo continúa todo!. Cariños.

    ResponderEliminar
  7. A esa señora es mejor que la pongan a preparar el café.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  8. Tranquilidad y paciencia querido Pimpf y asunto solucionado !!
    :) Un abrazoooo

    ResponderEliminar
  9. Zowi, chuchi, cuanta razón tienes. Se hablaba de un cambio de sitio para ella, y mira... has dado en el clavo con el mejor sitio.

    Mau, no lo tiene muy claro lo que quiere, bueno, si lo tiene claro, pero lo que quiere no puede ser.

    Xas, estresarme lo último, no hay como tomarse estas cosas con filosofía y pensar que nosotros también llegaremos a una edad.

    Gary, se le acumulan, ayer hice mil cosas yo en su puesto.

    Christian, es lo bueno de trabajar aquí, que siempre te puedes negar a ciertas cosas.

    G-boy, si hijo, todo por el mismo mísero sueldo, aunque, siempre hay alguna recompensa.

    Antony, buena idea lo del café, pero ¿no pretenderás que me tome el café en mi puesto verdad?

    Brekiaz, jejejeje, non ti preocupare.

    bicos Ricos

    ResponderEliminar