jueves, 5 de junio de 2014

Un reencuentro

Como bien sabéis hace un par de semanas estuve apartado de la blogosfera, y no porque no pensase en vosotros, aunque siendo sinceros del todo, mucho no me he acordado, más bien porque he estado liado, y muy liado. El torbellino de los tres puentes seguidos en un mes ha hecho que viajase a Galicia cada una de ellas, y por motivos distintos, acabando conmigo físicamente, porque no he parado, entre viajar, hacer maletas, disfrutar de la buena vida, trabajar, y volver al mismo ritual cada dos semanas, mataaaaaa. El último puente, la excusa fue, una cena, una cena especial, con la gente del mismo curso en el instituto.
 
La cena comenzó a fraguarse un par de semanas antes de la Semana Santa. Por aquel entonces ya había gente que había contactado con algún profesor que nos facilitó las fichas de los estudiantes de aquel curso. Que no voy a dar fechas, por aquello de la protección de datos, y para que no digáis que soy un viejo. Pero hacía mucho, mucho tiempo que no veíamos a la gente del instituto, y había ganas, por cómo se dio el proceso los siguientes días.
 
En Semana Santa ya habían contactado conmigo. La táctica, que cada uno fuese incluyendo en un grupo de mensajería al mayor número de personas que de aquellos cursos tuviesen su contacto. De un total de 96 personas, se anotaron en el grupo de teléfono 50 personas, y porque en el grupo no cabían más, y que algunos se borraron del mismo. El siguiente paso, fijar una fecha en la que pudiésemos coincidir el mayor número de ex estudiantes, y finalmente, el gran día.
 
Llevábamos tiempo calentando el ambiente por teléfono, pasándonos las fotos de las fichas, de las excursiones, pasándonos nuestros contactos, creando un grupo de Facebook y finalmente confirmando nuestra asistencia. Algo más de cuarenta personas confirmamos nuestra presencia en la cena.
 
Y llegó el gran día, la hora hache, todo el mundo inicialmente con miedo, miedo a ver cómo habíamos envejecido cada uno de nosotros, pensando que tu compañero de clase estaría mucho mejor que tú, que no conocerías a nadie después de tanto tiempo. Nada de eso. A medida que fue llegando la gente, no había cara que no te sonase, ni nombre que no conocieses, ni nadie con quién no te parases a hablar. Yo tengo que admitir que en esa época era un chico muy majo, cosa que he perdido un poco, y que he involucionado incomprensiblemente. Fui muy majo también en la cena, volví a revivir aquellos momentos tan mágicos de los cuatro años en aquel centro. Y claro, todo el mundo me conocía a mi, porque qué queréis que os diga, como yo pocos.
 
La conclusión general que sacamos todos, es que habíamos mejorado, en general con el tiempo, los había con más o con menos pelo, con más o menos canas, con más o menos kilos, solteros todavía, casados, con hijos e hijas, con varios hijos e hijas, separados, con o sin estudios. Los temas preferidos, los niños, todo el mundo con los teléfonos a punto para enseñar las fotos de sus pequeños. Las parejas fueron un tema muy olvidado en general. Otro de los temas estrella fue el laboral. Al ser estudiantes, todos estábamos interesados en saber si esta u otra persona había hecho algo en la universidad, dónde vivían actualmente, a qué se dedicaban. Y finalmente, los recuerdos, recuerdos de las excursiones, de las anécdotas graciosas de clase, de los profesores.
 
Claro que hablando de profesores, contamos con la presencia de dos, entre ellos la jefe de estudios del momento, a la que teníamos muchísima manía y que ahora veíamos con otros ojos, en parte por el cariño con el que nos estaba recibiendo tantos años después. Comprendes, con el paso de los años las posiciones absurdas de los alumnos, las preocupaciones de los profesores, todo un mundo inexplorado hasta que dejas de preocuparte por esas cosas tan cotidianas. Tuvimos un recuerdo para aquellos profesores que nos habían dejado definitivamente. Nos mostraron una fotografía de profesores de la época, y de aquella imagen había algunos que habían fallecido.
 
Tras la cena, fotos de todo el mundo, foto de grupo, y pese a lo que pensábamos, la gente no tenía ganas de irse a casa, esa noche, los maridos o esposas se encargaban de los niños. Nadie quería irse. Aguantamos toda la noche como jabatos, como en aquellas épocas en las que no había mañana. Me han sorprendido, me han sorprendido para bien, y sobre todo, me han hecho volver con una sensación de alegría a casa, más que nada por aquellos compañeros a los que había perdido un poco la pista y que en su momento formaron una parte muy importante de mi vida, la edad del pavo, así como os lo digo.

7 comentarios:

  1. ¿Una reunión de antiguos alumnos? Quita quita.

    Un abrazo chiquitín !!.

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  2. Yo hice una del colegio hará unos 10 años, y fue suficiente. Del instituto, ya ni se me ocurriría.

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  3. Te entiendo muy bien, el 2015 le toca a mi promoción organizar la reunión anual de ex alumnos y nos estamos reuniendo desde el mes pasado, fue un encuentro muy bueno, y doloroso a poco, Varios de nuestros compañeros de salón han pasado a mejor vida, a mi se me mezclaron los sentimientos, alegría por verlos y pena porque al verlos a ellos me di cuenta que he envejecido jajajajaja eso fue lo más deprimente. Muchos de nuestros profesores a pasado a mejor vida, ya eran viejitos cuando nos enseñaron, lo mas gracioso fue cuando el jefe de normas me vio y me reconoció de inmediato! Yo me sorprendi mucho y me quedo la duda tan jodido habre sido de niño que se acuerda de mmi después de taaaaaantos años

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  4. Querido Pimpf, que grato saber de ti...yo estoy muy, muy ingrato. Yo solo una vez me he reunido con compañeros...aunque lo que me hará más ilusión es cuando me toque encontrarme con ex alumnos...awwww... espero poder pasar por acá con la regularidad de antaño...mientras, te dejo muchos bicos.

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  5. Pues yo con los reencuentros esos son pocos aún los que tienen hijos, asi como los casados, pero mientras la mayoria se va yendo a la decadencia yo me siento mejorado jejeje.

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  6. Yo no he podido, sobre todo con mis compañeras que ya casadas el marido o ellas mismas se betan la salida, solo los solteros o los divorciados nos juntamos.

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  7. Lo hice un par de veces con los compis del cole... Estuvo bien... Pero ahora no lo haría... Creo que no disfrutaría de la experiencia... Tampoco sé sí hoy por hoy me interesaría mucho recordar los pasados remotos... Jejeje... Besotes.

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