sábado, 9 de marzo de 2013

No puedo con... los del ritmo

Me pasó por última vez a principios de semana. Llegábamos D. y yo de Galicia muy cansados y cogimos el metro a primera hora de la mañana. Nuestra cara un poema tras un fin de semana muy movido, mucha fiesta y pocas horas dormidas. Las caras de la gente del metro no eran muy distintas, gente repeinada apoyada en la barra superior del vagón durmiendo de pie, gente sentada disimulando su sueño tras un periódico, un niño con cara de pocos amigos pensando en la jornada de colegio que le espera, la adolescente cariacontecida por ser lunes por la mañana. Todos, quién más o quién menos a esas horas con medio pie en el trabajo y el otro medio en cama todavía. ¿Todos? Todos no, a esas horas siempre hay un memo que disfruta de la mañana, y no, no me refiero al pastillero que llega de una fiesta interminable de fin de semana, no, me refiero al tontoloshuevos de los auriculares.
 
Todo hay que decirlo, que no vaya a parecer muy borde, pero a Dios gracias que no les da por poner el altavoz y que lo escuchemos todos, aunque estos también se merecen un post en su momento. No, me refiero al que lleva los auriculares y es el rey del ritmo y la canción. Ahí lo veis, también recién levantado, duchado, preparado para ir al trabajo, sin haberse tomado probablemente su desayuno, y te regala un viaje de ritmo que ya para si quisieran Pastis y Buenri.
 
Antes de las nueve de la mañana nuestro personaje de hoy escucha una música apasionante, no una música tranquila con la que desperezarse, no, él está escuchando algo con mucho ritmo, es inconfundible ese rasgo de bailarín tímido moviendo un pie, como si aporrease (¿se puede decir aporrear?) o mejor dicho, patalease un bombo de una batería. Y nadie baila con él, lógico.
 
Otro de los gestos inconfundibles es el tarareo. Puede ser un nana nana nana, o un la la la la, o un pará pará pará, él tararea la canción, no la llega a cantar, quizá porque tampoco tenga letra la música que está escuchando. Todos nos enteramos de que el del ritmo tararea. Aunque mi odio particular es con los que sisean la canción, solo se escuchan eses.
 
Finalmente, el gesto ya más reprobable de todos es el de las baquetas imaginarias. Cari, ¿es necesario agitar unas baquetas imaginarias? ¿Es el complejo de un batería frustrado? No, no tengo por qué imaginarme el ritmo a partir de esos movimientos casi convulsos de unas baquetas que no existen. Claro, un rítmico de estos puede contestarme con que no es necesario tener un novio imaginario tampoco. Está bien, pero el novio imaginario no sale del blog, no toca a nadie, no llega nunca a golpear a ningún usuario del transporte público.
 
Pero si yo soy quisquilloso, mi D. lo es más, pero ya con una subespecie dentro de lo que son los del ritmo. D. no puede (ni yo tampoco) con los "Piolines". Los Piolines son aquellos que silban todas las canciones que van escuchando siempre y cuándo no lleven los labios operados (de esos todavía no he visto, ni creo que cupiésemos todos en el mismo vagón, él, sus labios y yo). Los Piolines son ya una especie aparte, porque da igual la hora del día, suelen silbar todas las canciones, incluso no es necesario que lleven unos auriculares, ni tan siquiera que lleven puesta música alguna. Ellos salen de la cama directamente con el ritmo, se acuestan con el ritmo, y se pasan el día silbando, no son de la Gomera, y siempre beben con una pajita los refrescos.
 
¿Es necesario todo esto a estas horas de la mañana?

3 comentarios:

  1. Yo soy de esos, pero sólo lo hago el fin de semana y por la tarde. Que por la mañana no soy persona.

    ResponderEliminar
  2. Hay veces que yo también sigo el ritmo de la música pero pienso que lo haces inconscientemente.

    Salu2.

    ResponderEliminar
  3. XD jajaja Pimpf madre mía pero que amargado vas por las mañanas tu no? tomate el all bran ese XD

    nah es broma, pero de verdad que debieras pensar que cada persona somos un mundo y que si unos por las mañanas van amargaos (el caso de los mala leche que todo les molesta) o medios sopas que se duermen hasta al caminar( aquí estaría yop por las mañanas) , tb hay gente que le gusta madrugar o que sencillamente son personas alegres.

    Anda tomate con mas alegría la vida y no seas tan critico jaja ;P

    Saludos

    ResponderEliminar