viernes, 15 de marzo de 2013

Fabian se sube por las paredes

Fabián me ha dado un ultimátum. Y no es un ultimátum por aquello de la boda imaginaria, ni la petición de anillo imaginaria aunque se ha entremezclado todo de una forma que tengo ahora tengo mentalmente un tutum revolutum en la cabeza. Que dice que me da un ultimátum para que me haga apóstata.

Fabián, desde que Benedicto XVI, ahora papa emérito, dejase el trono de San Pedro, está con la mosca detrás de la oreja porque me ha visto demasiado emocionado con el tema, incluso me ha recriminado que he provocado una desaparición suya imaginaria en la nieve para despistar. Ayer mismo me comentaba que si no me había dado cuenta de que el tema se la traía floja a la mayoría de usuarios del blog y sobre todo a él, que si no me parecía algo retrógrado estar hablando e informándome horas y horas sobre una elección de unos señores con sotanas y gorritos rojos que superan los 75 años en su media de edad, que qué me importaban realmente estas gilipolleces de los curas, del Vaticano y demás, que no dejaba de ser un pobre bisexual que vivía en pecado, en pecado imaginario, claro, aunque dicen que no se peca de obra, si no también por pensamiento, palabra y omisión. Y para minarme todavía más la moral, si cabe, añadió que yo era un mal católico que ni iba a misa ni nada.

Pues no le voy a quitar parte de razón, oiga, pero tampoco me preocupa. A fin de cuentas, Fabián es un novio imaginario. Claro que me ha salido rana, siempre lo digo. En esta ocasión me ha sugerido sutilmente con un "o te haces apóstata o lo dejamos". Y yo pensé en mi libertad como español, para elegir la creencia que me salga de los mismísimos y le contesté con un ataque directo "Pues si quieres seguir conmigo, tenemos que casarnos por la iglesia". Entonces Fabián me dijo que muy bien, que tácitamente acababa de darle el sí quiero. Pues ya me ha liado a mi el Fabián este. Vale, que ahora tengo un prometido imaginario, que será pronto un esposo imaginario, que es médico, joven y guapo. Guapo no, guapísimo, todo un hombretón con barba, musculado, hercúleo, atento, simpático, cariñoso, amable, trabajador, perfecto. ¿He dicho ya que es guapo guapísimo?, pero que me exija que reniegue a mi religión por mi vaticanismo me parece muy fuerte.

Quiere que no vuelva a hablar del papa Francisco al menos hasta que éste no de un paso claro de la iglesia católica en favor de los homosexuales, que me esperará para el matrimonio por la iglesia, porque yo ya le he dicho, y solo por buscarme una excusa, que a mi el matrimonio por el juzgado no me convence demasiado, que yo necesito una boda por todo lo alto en una catedral, o al menos en una catedral, o mismamente en la iglesia de mi pueblo, que no es pequeña, y que quiero ver a mi madre y a mi abuela de pamela, que quiero que mi madre me arregle el cuello mientras espero al novio en el atrio de la iglesia, que quiero a todas las vecinas del pueblo en el muro del templo grabando en sus mentes todos los detalles de esta boda imaginaria, los tejidos, los más horteras, los más elegantes, la anécdota curiosa, el traje con brillos de mi Fabián, y a mi suegro, Gregorio sin bigote. Que quiero un banquete por todo lo alto, con muchísimas flores y una fiesta muy animada. Y Fabián me ha dicho que sí a todo. Vamos, que no le saco de la cabeza esa idea peregrina e imaginaria.

Lógicamente, no voy a ser apóstata por él, antes me cambio de novio imaginario, o me quedo con el real, que es apóstata y ya no me hace ningún caso cuándo trato algo relacionado con "esa secta". Si en el fondo, yo creo que sigo con este novio imaginario meramente por una cuestión de fe. Y finalmente, tras darle muchas vueltas a todo esto, he pensado que yo lo que no quiero es oir hablar de matrimonio, a no ser que sea para toda la vida, y por amor, y aunque Fabián sea el candidato ideal ¿Quién me dice a mi que en mi mente no vaya a aparecer un amante imaginario musculado, cani y con pocas luces, las justas para pasar el día y saber todos los resultados de fútbol ideal y que no me complique la existencia metafísica?

4 comentarios:

  1. Ya me imagino casándoos en la catedral de la almudena o en la catedral de santiago XD.

    Un abrazo chiquitín !!.

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  2. ¡Menudo chantaje! ¿no?.

    En mi caso jamás me dejaría que me hiciesen chantaje.

    Salu2.

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  3. Me da que para casaros por la Iglesia vais a tener que esperar todavía un tiempo jajaja, así que no empieces los preparativos nupciales. Vas a tener mucho tiempo para que aparezca ese amante cani XD

    Un beso (profético)

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  4. Me imagino a mí mismo haciendo esa boda en mi pueblo y a todas las viejas dándoles un infarto :D

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