domingo, 23 de marzo de 2014

Los Amantes de Isabel II (IV)

Entre unos amantes y otros, entre novios y fiestas discurría la vida de Isabel II de España. Entre ellos se ha dicho, que en su época de Lhardy, también tuvo breves noviazgos con el cantante José Mirell, el compositor Emiliano Arrieta o el coronel Gándara. No será hasta 1856, cuándo la reina tiene ya 27 años, que aparece un nuevo hombre en su vida, el capitán de ingenieros Enrique Puigmoltó, hijo del conde de Torrefiel y de ideología carlista, para liar un poco más la cosa, si es que esto fuese posible.
 
Miguel Tenorio
Poco después de conocer a Puigmoltó, Isabel II anuncia un nuevo embarazo, en enero de 1857, para el que le recomiendan guardar reposo, después de los abortos que había tenido anteriormente. El esposo de la reina una vez más estalla en cólera, claro que ya ha aprendido la lección y pese a perder los estribos, decide que lo mejor es chantajear a la reina con revelar la verdadera identidad del padre de la criatura que la monarca esperaba. No tarda en estallar un nuevo conflicto en la corte. El nuevo confesor de la reina, el padre Antonio María Claret informa al papa de todo lo que sucede en la corte, pese al secreto de confesión -así os lo digo-, y la reina pide que el padrino de la nueva criatura que aún no ha nacido sea el mismísimo Papa de Roma, el papa accede, pero exije que se separe de Puigmoltó. La reina se niega, está enamorada y por esto dimiten el presidente Nárvaez y el confesor de la reina. Isabel termina cediendo ante las presiones y envía a su amante Puigmoltó a Inglaterra, y esto hará que Claret vuelva a ser el confesor de la reina, porque los asuntos de estado a Isabel II se la traían más o menos floja, pero los asuntos religiosos le importaban mucho más, al menos, tener su alma limpia. Nace por fin, tras este agitado embarazo el niño de la reina, será un varón al que pondrá por nombre Alfonso, que será el futuro Alfonso XII, al que muchos llamarían Alfonso el Puigmoltejo. La misma reina, le diría en más de alguna ocasión a su hijo Alfonso, que la única sangre Borbón que corría por sus venas se la debía a ella misma.
 
Isabel II y su hijo Alfonsito, futuro Alfonso XII
Francisco de Asís se niega a presentar al niño, porque sabe que no es su padre, y también se niega a ir al bautizo. Sin embargo, Sor Patrocinio, que trabaja mano a mano con Claret terminan convenciéndolo, eso y el millón de reales que se ingresaba cada vez que registraba a uno de los hijos de la reina. Vuelve Puigmoltó, el amante al que había enviado a Inglaterra y el confesor vuelve a hacer amago de irse, aunque se quedará, todos felices, pero la reina envía a Puigmoltó definitivamente a Valencia. Asunto arreglado nuevamente. Puigmoltó sería elegido diputado por Valencia y se casaría al poco tiempo. Ha sido numerosa la correspondencia entre el capitán de ingenieros y la reina que se ha conservado que hacen evidente que no eran habladurías de la época. También se dice que contagió a la reina, y que lo han heredado muchos borbones, una crónica afección herpética.
 
Comienza una época dónde la reina ejerce con una conducta casi ejemplar y piadosa, es la de mayor estabilidad para su reinado y la de mayor prosperidad económica. Con O'Donnell al mando del gobierno, su intención es limpiar la imagen de la monarquía española, deciden embarcar a la familia real en un viaje por muchas zonas de España, en visitas oficiales, viajarán la reina, su esposo Francisco de Asís y los príncipes Alfonso e Isabel. La reina durante este tiempo y pese a ser joven todavía gana mucho peso y ofrece un aspecto triste y cansado. Pero al menos deciden hacer las cosas con más discreción. Francisco de Asis mantiene con Antonio de Meneses una relación que duraba ya bastantes años, y de la que ya hablaré en su momento, Isabel II empezaría una nueva relación en esta ocasión con Miguel Tenorio de Castilla.
 
Miguel Tenorio de Castilla
Miguel Tenorio de Castilla era un político del partido moderado que nació en Huelva en 1818, ocupó distintos cargos en administraciones públicas, fue diputado, embajador, senador, gobernador civil, y sobre todo, secretario particular de la reina. A él se le atribuyen las paternidades de las tres infantas que nacerían poco después, las infantas Pilar, Paz y Eulalia, que llamaban a Francisco de Asís, "el rey", mientras que públicamente a Miguel Tenorio lo trataron de "padre", así cuenta la anécdota que la infanta Paz acogería años después a su padre en el exilio en Baviera, y que en una fiesta dónde el Tenorio estaba algo alicaído, públicamente ésta dijo "les presento a mi padre, Miguel Tenorio". O'Donnell siempre había visto con malos ojos a Tenorio, que fue nombrado secretario particular de la reina y de la que no se separó nunca a partir de 1858, llegó en un momento en el que Isabel II necesitaba cierto sosiego y paz que sus antiguos amantes oficiales no le daban. Se dijo que en el momento del nacimiento de la infanta Paz, el secretario no se apartó de la reina. No tardarían en destituirlo como secretario particular y enviarlo a Segovia en un nuevo cargo. Cómo Segovia estaba muy cerca de Madrid, y la relación con la reina proseguía, terminaron enviándolo como embajador plenipotenciario a Berlín.
 
Durante este tiempo, la madre de la reina, María Cristina, que también teía una relación con un tal Muñoz, desde su viudadedad de Fernando VII intentó desestabilizar a la reina, intentando volver a España desde su exilio en París. Su regreso, fue paupérrimo, sin que la dejasen acercarse por el palacio real. Vista la mala acogida que tuvo, se volvió definitivamente a París.
 
Viñeta presuntamente Becqueriana mofándose de Isabel II y Fco de Asís
La situación política vuelve a complicarse en España, poco después, la caída de varios gobiernos y distintas revueltas harán que la monarquía se debilite día a día. En 1866, la familia real pasa varios meses en la Granja de San Ildefonso, escapando de un brote de cólera que asolaba Madrid por aquellos años, estallan más revueltas. Y poco después nace el último de los hijos de Isabel II, Francisco de Asís Leopoldo que fallecerá a los 20 días. Durante estos años tiene un lío con el cantante Tirso Obregón y con el marqués de Linares, José de Murga y Reolid.
 
En diciembre de 1866 acude en el tren real a la inauguración de la línea de tren entre Madrid y Lisboa, en Daimiel ante la manifestación de varios vecinos, el tren no para y arrolla a varios de ellos, esto no hace más que incrementar el desprestigio de la monarquía. Da el visto bueno a un nuevo favorito a comienzos del siguiente año, Carlos Marfori y Calleja, Gobernador de Madrid y Ministro de Ultramar. Junto a Marfori vivirá sus últimos años como reina de España. En 1868, a principios de julio decide irse a su veraneo habitual el Lequeitio, no volverá a pisar Madrid como reina. El 18 de septiembre estalla la revolución conocida como "La Gloriosa" que instaurará en España la I República, la reina, la familia real y Carlos Marfori y Calleja salen de San Sebastián camino a Francia. La reina tiene 38 años, es todavía joven y le espera otra vida nueva, pero sin reinado fuera de España.

1 comentario:

  1. Dios!! La cuarta entrega, es que ha tenido tantos?? Se nota que la reina era bastante sociable jejejejej Miguel Tenorio es igualito a nuestro jefe de sistemas, aunque el tiene la barba mas corta.

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