Abracadabra

¡Zas! ¡Abracadabra pata de cabra! ¡si no te pillan hoy, igual libres mañana! Y por arte de birli birloque el actual alcalde de Santiago de Compostela no solamente defrauda 291.000 euros (que serían unos tres mil y pico millones de pesetas de las antiguas y se dice muy pronto), si no que además, consigue intentar hacernos pasar por gilipollas y da un cambio radical a la palabra fraude, quedar bien consigo mismo y con Dios y por si fuera poco, hacerme hablar a mi de política en un post.

Claro que si el alcalde de Santiago, el señor Conde Roa es muy listo, Pimpf lo es más, y no, no voy a hablar en este post de política, y todo por no darle el gusto al ínclito. Yo hoy quiero hablar pues de magia, de la magia con la que se hace desaparecer un dinero que debería estar formando parte de los Presupuestos Generales del Estado vía recaudación impositiva y que ya no lo está, y que tendremos que apretarnos el cinturón 291.000 euros más todos, para conseguir alcanzar los objetivos de déficit. Porque no nos engañemos, defraudar a Hacienda (que se supone somos todos) no es solo ahorrarte de pagar el IVA correspondiente por la venta de unas viviendas, es estar robando a todos los españoles, de lo que es de todos, y dar un muy mal ejemplo, a lo que sería la insumisión fiscal, y es que si este hombre defrauda, ¿Por qué habríamos de pagar todos los españoles nuestros impuestos?

Efectivamente, el señor Conde Roa en un alarde de inteligencia ha intentado hacernos pasar por tontos. Admite que él tiene una deuda con Hacienda, una deuda que nace de no pagar sus impuestos, pero no admite que haya defraudado a Hacienda. Hombre, que hasta Lola Flores, la gran defraudadora de Hacienda por excelencia tuvo más gracia con el asunto, y sin cortarse un pelo solicitó a los españoles aunque fuese una pesetilla cada uno para hacer frente a la sanción que se le venía encima, y fruto de ello fue su portada en el Interviú despelotada. Dios no quiera que a Conde Roa se le ocurra lo mismo que ya bastante desagradable fue lo de la difunta Lola Flores. Tras una venta de viviendas, Conde Roa, se ahorró el pago del impuesto, y ahora, tendremos que confiar en su buena fe, como hicimos muchos de los españoles cuando se nos dijo que "un cambio de gobierno traería estabilidad y confianza a los mercados financieros" y permitidme que aún me esté riendo de esta tomadura de pelo, y ahora con este señor ocurrirá lo mismo. Admite no haber pagado a Hacienda, pero dice que no había intencionalidad de fraude en ello, que presentaron toda la documentación al respecto, claro, claro que la han presentado, cuando les han pillado con el carrito del helado. Hacienda descubre el fraude fiscal y la fiscalía se pone a trabajar, Conde Roa una vez pillado presenta la documentación e intenta negociar con el Miniseterio el pago de dicha deuda y al no haber acuerdo porque los acuerdos con Hacienda son "o pagas, o pagas" entonces se destapa todo este lío macabeo dónde finalmente los malos terminaremos siendo los socialistas por sacar punta a estas cosas. Hombre, que ya está bien de tomar el pelo a la gente.

Y así, hablando de magia, de hacer desaparecer el dinero de todos los españoles, me despido en este post casi político, pero aviso ya, que esta semana y excepcionalmente tendré un post dedicado a el amigo anónimo que recurre al insulto fácil, el mejor argumentario de un facha en un post que me ha salido de la manga, como a Conde Roa la nada despreciable cantidad de 271.000 euros. ¡Pura magia!

Bicos Ricos