El café está de moda, y yo que estoy tomando antidepresivos -por un motivo que ya os contaré pero que os advierto desde ya, que no os debéis asustar- debo limitar su uso pues la cafeína te lleva a un extado de cierta excitación y favorece el insomnio y seguro que ninguno de vosotros querréis que me pase mis días sin dormir. Pero lo que digo, está de moda, desde que en su día Zapatero ante la pregunta de si sabía cuánto costaba un café respondió tajante que ochenta céntimos. Y España se ha convertido en el país de los chascarrillos del café.
Probablemente la pregunta estaba mal formulada, y no os penséis tampoco que estoy por hacer una defensa a ultranza de Zapatero, que ahí resbaló un poco y pecó de ingenuo, de cuando los cafés costaban ese precio y él aún no había sido diputado, o que contestó por los cafés de máquina, que en cualquier caso son mucho más baratos pero no se imaginó el revuelo que se armaría por no saber el precio medio de un café en un bar, y ya no digo un café en una terraza al lado del Palacio Real ni nada por el estilo, que yo no soy tan sibarita, pero esos cafés te pueden costar un ojo de la cara porque de los dos euros no te bajan. Pero aquel día se creó la leyenda del café.
Muchos son los que utilizan esta exótica semilla para decir algo en tono político y salir en prensa, y yo creo que este post puede ser una lanzadera para mi carrera política. Hace una semana, declaraba el Secretario de Estado para las Administraciones Públicas, el Sr. Beteta que "a los funcionarios se nos iba a acabar aquello del periódico y el cafelito". Obviamente esta noticia hizo saltar chispas y ser seguramente trend topic en el Twitter de cualquier funcionario, así se dió a conocer el que en su día yo denominé como un chupapollas.
Pero se ve que todos buscan su momento de gloria, y ahora aparece alguien que realmente no es nadie, José Ignacio Echániz, que no os debería sonar de nada, porque no deja de ser el consejero de sanidad de Castilla La Mancha, otro chupapollas del quince del PP que defiende los recortes en sanidad y educación, y más concretamente el repago farmacéutico. Efectivamente, el gobierno de Rajoy nos ha deleitado con otro de sus recortes de los derechos de los ciudadanos, una vez más y ahora pretende que paguemos más por los medicamentos, los que ya pagábamos por ellos pagaremos un poco más, algo más de la mitad y los jubiletas que hasta ahora no pagaban nada por los medicamentos tendrán que rascarse algo el bolsillo, claro, es un esfuerzo para todos los españoles de bien (para los de mal ya habrá amnistía farmacéutica) y dependerá de la renta de cada uno, por lo tanto, y en teoría, los que más dinero tienen pagarán más por los medicamentos.
¿A que suena hasta bonito? Pues no es tan bonito como parece, al que más tiene una subida en un medicamento apenas le va a afectar, el problema son los que no tienen y tendrán que soportar de cualquier forma esta medida, mucho menos para un jubilado que a lo mejor tiene 300 euros para subsistir todo un mes por una pensión de mierda que recibe y encima enfermísimo, porque otra cosa no, pero los jubilados medicamentos a tuti-plen y problemas de salud en proporción directa. Pues todos a pagar. Entonces llega el nuevo chupapollas este, el manchego que dice que tampoco es tanta la subida esta del medicamento, el medicamentazo, y dice que "tampoco es tanto, que total son 4 cafés, ¿y que son cuatro cafés de 2 euros?, un café a la semana, 0,20 euros al día", y eso por jubileta, aunque hay jubilados como por ejemplo las que en su día fueron amas de casa y que no reciben pensión alguna y dependen de la triste paga que les ha quedado a sus maridos, y cuyos medicamentos serían otros cuatro cafés, sumado todo ello a la subida del transporte en Madrid (precios de Suiza y salarios de Grecia), o a esa posibilidad que siempre ha estado ahí de una nueva subida del IVA. Hombre, que menuda tomadura de pelo, que luego prometen en elecciones que no se va a tocar el dinero de las pensiones y acto seguido te desangran por otro lado.
Lo dicho, que este chupapollas se podrá permitir tomarse cuatro cafés de 2 euros, y seguramente muchos más, pero que no me venda la moto tampoco que no todo el mundo puede y no para todo el mundo es igual la medida. Panda de listos, ya estoy esperando que salga el nuevo chupapollas de la semana haciendo un chiste fácil con el tema del café. ¿Y mientras? Juan Valdés celebrando la subida en la bolsa colombiana de sus acciones en café.
Qué crítico está todo por allá, bueno, acá también, pero no se han metido todavía con mi café jejeje, con el cuál tengo una especie de relación enfermiza en soltería, ya que aumento mi dosis diaria (la que traen las gaseosas) a su verdadera forma. Uno de los momentos más gratos del cole, es cuando compartes un café con algún colega en una ventanita.Nadie debiese meterse con esa instancia tan merecida en el trabajo, menos si no es la persona más idónea. Cariños.
ResponderEliminarCon lo cafetero que yo soy. Yo no puedo vivir sin él, y cuando estoy un poco apurado de dinero, procuro tomármelo en casa, siguiendo los consejos sabios de Angel.
EliminarBicos Ricos
Yo tampoco lo entendía hasta que lo explicó Ana Mato: "Había que poner en valor el medicamento". De lo cual podemos deducir que valor y precio son lo mismo, el que más vale es el que más tiene, y si no tienes, mejor te mueres.
ResponderEliminarSaludos
Anónimo, el mejor medicamento es aquel que cura las enfermedades, la misma ministra lo dijo, qué gloriosa intervención, y mira tú, aún no le he dedicado un post, y se lo merece.
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Desde luego, con lo rico que está el café (con leche) va este gilipollas y dice semejante estúpidez.
ResponderEliminarComo a él le va quedar una pensión de la ostia pues los demás que se jodan.
En fin... así va España.
Un abrazo niño !!.
Celso, cualquier café! A mi por ejemplo me encanta el americano, me cunde más que uno solo y casi mantiene la misma esencia de sabor que el solo.
EliminarAparentemente no es mucho lo que habrá que pagar, claro que, desde arriba se tiene que ver con buenos ojos esta medida, porque a ellos les afecta menos, pueden permitirse eso, y diez veces más.
Bicos Ricos
¡Estas cabreadísimo...pide un traslado a ANADALUCÍA ya! Al menos aquí seguimos aguantando los embites de las hordas peperas como podemos.... vayamos por partes:
ResponderEliminarCafé: Adicto, tanto que mi último café es a la mesilla de noche al acostarme, y el de la máquina del trabajo, en efecto, aguchirri pura, 30 céntimos, pero ya hasta me he hecho inmune...
Y sí, tienes razón en lo que dice ese gilipollas, "¡cuatro cafés no son nada!" para ese sujeto, que podrá desayunar en la calle, porque yo, ni cuetro, ni uno... con mi seiscientista sueldo, el café me lo tomo en casa... en la calle ya es un lujo...
Y no te preocupes por JUAN VALDÉS, hombre, que ese hace tiempo que traspasó el cafetal y la burra, y ahora anda en un cochao por ahí, jejeje....
Hombre, a ver si yo no me he dado cuenta, pero lo dices tú, lo dice Angel, que me veis cabreadisimo... uhm, no sé, son temas que no me hacen mucha gracia, pero cabrearme hasta el punto de dejar de respirar enfadado, pues aún no, si en el momento no lo consiguió ZP con la bajada del salario... para que veas mi infinita paciencia.
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Cari, tranquilízate... que te va a dar algo. Yo no soy mucho de café... me gusta más la longaniza... jajajaj! Así es que, ya sabes... si quieres que te moje el churro... ¡vente para Cuenca! jajajajajaj!
ResponderEliminarUyyyy! ¡ya! Ya sé que me salgo del sentido del post... pero paso de comentar lo que dice un gilipollas (Sr. Mira Pechos de la sierra... o Sr. Beteta!) ¡que le den por culo! jajaj! claro que lo mismo le gusta y todo!
Besos, anda!