¡Quién te ha visto y quién te ve!

Se ha dicho muchas veces que Rajoy es el presidente más mentiroso que ha visto jamás la democracia. Se dice muy rápido. Pero no es sencillo incumplir una y cada una de las promesas electorales que se ha hecho, ir en contra de todo lo que se había predicado todos estos años pasados, y no solo eso, ir incluso en contra de tus propios ideales.

Primero se dijo que una amnistía fiscal (como la que estaba llevando a cabo el Partido Socialista) era una medida antisocial e injusta, y no tardó el Partido Popular en hacer una amnistía fiscal pero de las gordas. Se dijo por activa y por pasiva que el PP haría rebajas fiscales en el IRPF para apoyar a los emprendedores y pronto anunció que se suspendería cualquier rebaja fiscal de este tipo. Se dijo que jamás abaratarían el despido, y que la reforma laboral fomentaría la creación de empleo, meses después el despido está por los suelos y el empleo sigue cayendo en picado. Luego fue su promesa de que jamás tocaría ni la educación ni la sanidad, y precisamente estas dos áreas han sido las que más se han visto afectadas por los tijeretazos del gobierno. Claro, la cosa no queda aquí. Recordamos todos aquella campaña en contra de la subida del IVA del gobierno anterior, el IVA de las chuches famoso y ya tenemos uno de los IVAs más altos de europa, más si lo comparamos con los salarios, aunque, como dice el dicho, menos mal que nos queda Portugal.

Montaje sobre la alianza cuando el PP estaba en la oposición

Lo que ahora es de órdago es el cachondeo que durante más de seis años tuvo el Partido Popular y concretamente Rajoy, con su ironía gallega, hacia la Alianza de Civilizaciones que Zapatero siempre ha promovido, sobre la propuesta que en su día hizo Kofi Anann como estrategia para no criminalizar a los paises musulmanes ante la amenaza terrorista tras los atentados del 11S. Esta Alianza de las Civilizaciones fue apoyada también por el presidente turco, y se basaba en acercar a occidente a dichos paises. Pues bien, todo esto que sonaba muy bonito sobre el papel y en los discursos ante las Naciones Unidas, fue motivo de risas por los populares. "Cantos de sirena que no interesan a nadie" fue la primera impresión en una entrevista a EFE de Don Mariano y poco después añadía "no sirven para hacer frente a la amenaza terrorista". Un par de años más tarde, en una reunión que se celebró en Madrid al respecto, Rajoy la tildaba como "una reunión a la que asisten mandatarios importantes: los presidentes de Finlandia, de Eslovenia, de Malasia, de Argelia y el propio señor Rodríguez Zapatero", todo un hit de la ironía gallega dónde no solo se menosprecia a Zapatero, también a otros muchos presidentes del gobierno. La intención era desacreditar este proyecto, y no porque fuese una mala idea, aunque demasiado ambiciosa, o utópica, si me permitís, todo era por atacar una propuesta importante de Zapatero en el ámbito internacional, independientemente de la idea que fuese. Claro que ahora todo aquello queda en agua de borrajas.

Mañana, Rajoy defenderá ante las Naciones Unidas el proyecto de Anann, meses después del encuentro con Ban Ki-Moon, Secretario General de la ONU donde afirmó que España mantendría el compromiso político de Zapatero, que no tiene nada malo, que conste, es más, es un orgullo. Claro que, la sorna de tiempo pasado sobraba, y más, cuando sabemos que detrás de todo esto hay un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU para los años 2015-2016 y un puesto por el que compite también el presidente turco. Vamos, que Zapatero no era tan tonto ni tan utópico como nos quería hacer pensar Rajoy, o eso, o Rajoy era más ignorante de lo que incluso pensábamos. Vamos, que ahora todos a calentar la silla de seguridad, y si es necesario apoyar a Zapatero, se le apoya, y si hay que mentir y desdecirse, mejor, si total, es la tónica. Lo raro habría sido que Rajoy siguese en contra de la Alianza de las Civilizaciones. A estos giros nos tiene ya demasiado acostumbrados el gobierno del PP, y es que, donde dije rescate, tú decías tomate.