viernes, 9 de noviembre de 2012

Mi Bull

He encontrado al sustituto perfecto para mi novio imaginario Fabián, para el real D., para el desaparecido Minoviescu, para Angelines, para Billy, y para cualquier ilusión óptica que pudiera tener en una larga temporada de tiempo. Se trata de mi Bull, mi torete. Y es que a rey muerto, rey puesto, ya lo dice el sabio refranero español.

Yo en mi trabajo no dejo de sorprenderme día a día, bien sea por esas medidas que el gobierno aplica contra los derechos de los funcionarios o bien por la posibilidad que hay de que vuelvan a enviarme a mi Bull para que me haga un trabajillo. Ya hablé de él en cierta ocasión, creo haber dicho de él que era fuerte, alto, guapo, ojos azules, muy bien vestido, amable, un trabajador incombustible, una blanca sonrisa de oreja a oreja, y la verdad, ahora mismo ya no sé en qué mentí, pero es perfecto para mi, cumple los requisitos, moreno, bajito, fuerte que no obeso ni cachas, de complexión directamente fuerte como los toros, joven, preparado, un peinado moderno y una preciosa sonrisa cada mañana y una voz, ¡ains! ¡Una voz!
Y así sucedió la semana pasada. Perdonad que no os lo haya contado antes, tenía que asimilarlo, disfrutarlo en silencio cual sufre unas hemorroides, siempre en silencio. Por fin una avería gorda, una de esas que alguien tan especializado y preparado como yo es imposible que resuelva quedándome la única opción posible, llamar a los del centro directivo comentarles el problema y ellos decidir que me tienen que enviar un técnico. Cuando me dijeron que me enviarían un técnico, yo comencé a frotarme las manos, pensaba ya en Mi Bull. Y luego me serené otra vez, pensé en la patada que sería que me asignasen otro técnico, el que estuviera disponible, uno al azar, alguien que no fuese Mi Bull. Me contuve y me centré en mi trabajo. En la pantalla de mi ordenador aparecía el toro de Osborne, un toro de Kukuxumuxu, los toros de Guisando, la canción de El Fary de "El Torito", una noticia de los Chicago Bulls. Suena el teléfono, un número desconocido.
- ¿Es Pimpf? - dice una peculiar voz al otro lado del hilo telefónico, una voz que sin lugar a dudas me tranquilizó del todo, era la voz de Mi Bull, mencionándome. Tenía que serenarme mucho más.
- Si, soy yo, ¿tú eres? - pregunté para ganar tiempo.
- Alberto, el técnico informático.
- Dios existe - respondí respirando aliviado para el cuello de mi camisa.
- ¿Perdón? - contestó confundido - te llamaba por la avería que tenéis, en breve me paso por ahí, ¿cuándo te viene bien? ¿Dentro de una hora?
Le contesté que si. ¿Una hora? Pero por Dios, y yo sin ducharme desde la noche, sin arreglarme las cejas, sin hacerme la cera, con esta ropa. Maaaaadre, qué nervios ¿me preferirá con camisa o camiseta? ¿zapatillas o zapatos? ¿barba o afeitado? ¿Se fijará en mi? Porque esa es otra de las posibilidades, que sea tan sumamente profesional que ni siquiera me mire a la cara. Y pasó una hora, y no llegaba, pasó media hora más, y tampoco. Casi al cabo de dos horas aparece. Respiré aliviado al verlo tan guapo. ¿He dicho ya en este post que es muy mono? No llega a los niveles de Minoviescu, tampoco nos engañemos. Se puso manos a la obra, mientras, me senté en una silla delante de él, en un despacho, separados por la mesa viendo como trabajaba, sus manos, su agilidad en los movimientos, su seguridad y mis fantasías eróticas, claro. Fue el momento para hacerle un pequeño robado con el teléfono que guardaré para mi más estricta intimidad.
Y si, las próximas vacaciones que haga, serán a una ciudad de Zamora, Toro, para más señas.

7 comentarios:

  1. Jejeje, ¿un informático?... ummm... interesantes :P.

    Un abrazo chiquitín !!.

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    1. Hombre, por mi como si fuese el chico que cambia el café en la máquina de cafés del pasillo.... pero en este caso es informático, y no veas como controla, lo hace todo taaaaaan bieeeeen.

      bicos Ricos

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  2. Se masca una tensión sexual jejeje.

    Salu2.

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    1. Jejeje, la tensión la tengo yo, que él ni se inmuta, ignora, de momento mi atracción hacia él.

      bicos Ricos

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  3. ¡Jajajaja! Es verdad, todos tenemos a nuestro informático de empresa idealizado (¿será por ellos o será por su oficio?) a mí me pasa igual, que uno de los técnicos informáticos de EL CORTE INGLÉS me pone a cien, y me da un morbazo que te cagas, claro, que está casado, y se pasa el día paseando a sus niños por el centro mientras espera a su mujer, que también trabaja allí, pero bueno, es como dices, se sufre enn silencio, o se idealiza, jejeje.....

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    1. Insisto, ha sido coincidencia que sea informático, pero vamos, puede que sea más que nada la novedad, aunque hay ahora un par de "correveidiles" que tampoco están nada mal. Esto empieza a ponerse interesante.

      Bicos Ricos

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  4. ¿Y qué no estropearás el disco duro adrede??? Ínflalo a virus y trabaja tu expresión máxima de pánico para que él te tranquilice... jajajaja... Besotes.

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