Todavía recuerdo aquella película en la que Paco Martínez Soria era el personaje más terco que jamás se había visto en kilómetros a la redonda, una persona de ideas fijas incapaz de ceder en ninguna discusión. Pues ahora, en el Partido Popular nos han salido varios Don Erre Que Erre.
Y resulta que no ha sido suficiente con que el pasado día 6 de noviembre el Tribunal Constitucional avalase la ley que permitía la reforma del código civil por el que se mantiene el término matrimonio para cualquier unión civil independientemente del sexo, lo que conocemos como matrimonio igualitario o vulgarmente, matrimonio homosexual. Pues hay quien parece pasarse por el forro la Constitución Española, y no es que vayan a atentar contra ella, aunque hay quién desde la extrema derecha ha atentado contra ella, o contra el régimen democrático de turno, pero eso no es una cuestión de ahora. Ahora va y resulta que tenemos un ministro del Interior tan erre que erre que él tras conocer la sentencia dice "para mi el matrimonio es entre hombre y mujer". Luego, se pasa por el arco del triunfo lo que el Constitucional dice, y vamos, si por él fuese, lo que es respetar un derecho de los ciudadanos, a casarse en los mismos términos (sin que haya distinción por razón de sexo) que un matrimonio entre hombre y mujer, pues él ni lo respeta ni lo comparte, y si pudiese cambiarlo no dudaría ni un momento en hacerlo.
Claro que su idea es compartida por algunos miembros del PP, que siempre dicen respetar al colectivo LGTB aunque intenten mermarle sus derechos. Ana Botella, seguirá por lo tanto manteniendo aquello de que peras con manzanas si, pero peras con peras o manzanas con manzanas no, o como fuese aquella gloriosa frase que pasará a la historia por revelar lo cutre que puede llegar a ser una alcaldesa y que cualquiera puede llegar a serlo. Y luego están los miembros del Constitucional que han votado en contra de avalar el matrimonio igualitario, restando valor a la sentencia de sus propios compañeros, aludiendo que está muy politizado el Constitucional, como si ellos no estuviesen ahí por políticos, como si otras sentencias no estuviesen también politizadas, y los hay que dicen que "el matrimonio entre personas del mismo sexo no es productivo para la sociedad por no ser procreativo". Hombre que no sé yo en que se basa este hombre para deducir que un matrimonio tiene que tener como fin la procreación. Bueno, que sí lo sé en qué se basa para decir esto, pero chuchi, ¿ya estamos mezclando religión con política? Es que uno puede casarse por muchos motivos y con muchos fines, con el fin de pagar la hipoteca, con el fin de amar a la persona con la que te casas, con el fin de que tus hijos tengan unos derechos reconocidos por si te mueres, mil motivos que ninguno tiene que ver con la procreación, y es más, si me apuras los hay que ni quieren procrear, y luego, lo que es peor, hay muchos matrimonios entre personas del mismo sexo con unas ganas enormes de adoptar niños o de tenerlos por otro tipo de medios. ¿Qué contradictorio, no?
Y luego está eso que yo llamo la cortina de humo, y otro tipo de intereses que inicialmente los mortales no vemos en los políticos. Sale Gallardón y presiona para que la ley se mantenga y por lo tanto puedan seguir habiendo matrimonios del mismo sexo. Y sale el otro negando la mayor. El primero por dárselas de progre, de estar en el ala menos derechizada de la ya derechizada derecha, y luego el segundo, el que apenas es conocido, el ministro del interior más desconocido de la historia que se ha quedado sin el protagonismo que antaño les daba ETA a estos ministros, y que solo aparece en prensa defendiendo a la Delegada del Gobierno en Madrid, instando a los policías a que den caña a todo aquel que se manifieste por lo que sea. ¡Es que cari, nunca llueve a gusto de todos, pero si podemos montar una pequeña polémica que sabemos que no irá a más, pues la montamos, que lo importante es hacer titulares y portadas y hacer que los españoles olviden un poco la situación económica! Por cierto ¿alguien sabe como va la Champions League?
Vamos a ver... ¿alguien le pidio su opinión personal sobre el fallo del constitucional al ministro de interior? ¿no verdad?, en todo caso al que no le guste hay una palabra muy fácil de decir "¡Dimito!".
ResponderEliminarUn abrazo chiquitín !!.
Jajaja, hombre, no me parece motivo para dimitir, pero vamos, que si no le gusta no le queda otra que acatar, o lo que es lo mismo, ajo y agua.
EliminarBicos Ricos
Si no les gusta que se vayan, total... nadie los va a echar de menos.
ResponderEliminarSalu2.
Yo por lo menos no pienso echarlo de menos el día que se vaya.
EliminarBcios Ricos
Yo también titulé DON ERRE QUE ERRE el año pasado mi post analizando la cabezonería del PP y de RAJOY en mantener el recurso de inconstitucionalidad contra el matrimonio gay (¡cómo se nota que somos de la misma quinta, y la huella que dejó en nosotros PACO MARTINEZ SORIA) pero, ERRE QUE ERRE, el TC ha demostrado que él sabe también patalear por su cuenta... y que se jodan todos los que ahora, no son constitucionales... Esto de ser democrático es como ser católico, que cada cual toma del "ideario" aquello que le interesa, jejeje....
ResponderEliminarEs que se les llena la boca hablando de la constitución, pero cuando esta da la espalda a lo que ellos quieren son los primeros en mandarla a tomar por culo, y con malas artes, no te vayas a pensar tú.
EliminarBicos Ricos