No está bien que sea yo quién hable de la política catalana, pero tampoco está de más que os haga mi siempre acertado análisis sobre el resultado de las pasadas elecciones al parlamento catalán de este domingo.
Más de un problema y una sorpresa |
Las elecciones han supuesto una auténtica sorpresa para todos, un resultado no esperado por ninguno de los partidos, creo yo. A priori, el órdago independentista que había lanzado el líder de CIU, en el que proponía como alternativa a su situación, la soberanía de Cataluña, tras la masiva concurrencia a la manifestación en la Diada catalana, parecía suponer para CIU alcanzar cotas jamás vistas por los nacionalistas de dicho partido, luego, las encuestas arrojaban también una caída libre del Partido Socialista Catalán, una importante subida del Partido Popular por su negativa a la independencia, y un debate entre CIU y PP que dejaba de lado al resto de formaciones. Parecía más bien un pacto oscuro entre caballeros por el cual uno proponía la independencia, el otro se la rebatía y hacían un reparto de votos entre los favorables y los no favorables, mientras se frotaban las manos esperando casi la disolución del PSOE y excluyendo del debate a otros partidos de izquierdas, así pues, en medio de una crisis económica que hacía muchos años no se veía en España, este tema tan importante que es el económico quedaba totalmente de lado, y con él la posibilidad de hablar de políticas sociales, todo muy hábil y muy enrevesado a la vez.
Y sin embargo llegaron los resultados, unos resultados que trajeron consigo un gran batacazo para muchos, inesperado, para otros, menor y un claro vencedor, Esquerra Republicana que veía como los catalanes decían si al proyecto soberanista y también decían si a las políticas de izquierdas. Pero analicemos los resultados un poco más detenidamente. Gana las elecciones, como era de esperar CIU, pero aquella mayoría absoluta que esperaban se diluye y pierden con respecto a los anteriores comicios 12 diputados. Por otra parte, el PSC que esperaba un batacazo increíble lo ha tenido. Bueno, increíble tampoco, importante, han perdido 8 diputados que son menos de lo que las encuestas esperaban, y visto el panorama tras los últimos resultados en España, los socialistas catalanes pueden darse con un canto en los dientes. Otra cosa ha sido el rédito que esperaba encontrar el Partido Popular, han subido, si, un diputado, una cifra irrisoria, un ascenso que suena más bien a fracaso y los claros vencedores de esta convocatoria fueron ER que subieron 11 diputados e ICV que subieron 3. Todo lo demás han sido pérdidas y votos minoritarios.
Queda pues un nuevo escenario en el Parlament, dónde los catalanes dicen si por lo tanto al proyecto que busca la independencia y a la vez, dicen si a estas políticas de izquierdas. Toca ahora a Artur Mas, mover ficha y buscar un aliado de gobierno. Y aunque las posibilidades pueden ser muchas, CIU, tras su apuesta soberanista debería pactar con algún socio que busque lo mismo, claro que este pacto tendría que ser con ER, y aunque ambos nacionalistas, unos de izquierdas y los otros de derechas. Quizá, y solo quizá, la parte buena de todo esto sea un futuro esperanzador para Cataluña, pero esto lo veremos en los próximos cuatro años, si es que Mas no vuelve a adelantar las elecciones, claro.
Yo pienso que a Mas le pudo el egoísmo, porque después de la Diada y toda la parafernalia esa de la independencia pensba que lograría la mayoría absoluta y eso que las encuentas (casi siempre se equivocan, mira en Anadlucia con el PP) también le daban mayoría hasta que se pegó el batacazo del siglo.
ResponderEliminarUn abrazo chiquitín !!.
No sé, hay algo raro en toda esta historia que no logro a comprender, quizá algún día se sepa, o quizá sea cosa de política muy interna. El caso es que a Mas la jugada no le salió bien, y al PP tampoco, y sigue extrañándome que a los 3 días de las elecciones Rajoy llamase a Moncloa a Mas...
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También el partido de Albert Rivera (Ciudadats) que triplico su número de diputados (de 3 a 9), pero bueno, lo de CIU nadie se lo esperaba, pero bueno. más no se puede hacer.
ResponderEliminarSalu2.
Si, en general no fueron malos resultados para la izquierda, siendo la derecha la que ganó, bueno, con la excepción del batacazo socialista, claro que este estaba ya más o menos pronosticado.
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Referéndum libre y claro, sin otros intereses velados. La soberanía en manos del pueblo. República, estados Federados, no sé... Lo demás es más de lo mismo... Aunque la jugadita de cuestionar a Mas con esa presunta corrupción a última hora ni es casual, ni pretende allanar el terreno de la posible independencia... Y puestos a criticar, la actitud de los poderes fácticos es evasiva e hipócrita. Nadie habla claro ni pone las cartas sobre la mesa...No sé, que jartico estoy de tanto politiqueo... Besotes.
ResponderEliminarYo también soy partidario de estas consultas populares, creo en la democracia abierta, respetando los cauces legales que de momento hayan, pero a fin de cuentas, me gusta que la gente esté contenta, al menos la gente de cada lugar, veo incomprensible que un señor de Galicia se encomode por cuestiones catalanas... no sé si se me entiende, y ese mal en España está muy extendido.
EliminarBicos ricos