jueves, 15 de noviembre de 2012

Una huelga general y los sindicalistas de palo

Bajo este título tan largo se esconde como no podía ser de otra forma un post político, y que conste que a mi en este blog no me gusta hablar de política, mucho menos de mi vida privada, pero como comprenderéis, mis queridos blogueros, una jornada de huelga general te cambia cualquier perspectiva a la hora de ponerte a hacer un post, y la huelga todo lo llena, hasta estas letras con un triple post en uno, huelga, sindicatos desprestigiados y pseudosindicalistas.

Los 35.000 según fuentes policiales

Claro que cuando me refiero a los sindicalistas de palo no me estoy refiriendo a todos los sindicalistas que ayer estuvieron trabajando para hacer que la jornada de ayer fuese casi festiva, faltaría más, para mi los sindicalistas de palo son aquellos que, perteneciendo a alguno de los sindicatos, como afiliados, pagando sus cuotas, se desentienden de la jornada de huelga general, y que conste que conozco a alguno. No os vayáis a pensar que los sindicalistas de palo son gente de izquierdas, aunque alguno habrá, un sindicalista de palo es aquel que en su momento se afilia a una de estas organizaciones sindicales, buscando algún tipo de compensación, una ayuda en una resolución de algún conflicto laboral, un cierto peso a la hora de que tu jefe no te eche a la calle como a un trabajador cualquiera o la búsqueda de ese puesto de liberado sindical por el cual estás exento de realizar tu jornada laboral al completo a cambio de dar ese tiempo a la causa sindicalista dentro de tu trabajo, reuniones con la patronal, negociaciones, y un largo etcétera. Pagas tu cuota, recibes a cambio todo lo que un sindicato puede ofrecerte, te llega al buzón de tu casa un boletín mensual con información sobre la actualidad sindical y llega el día en que se convoca la huelga general, y el sindicalista de palo va a trabajar como si fuese un día cualquiera, o en muchos casos, más cobardemente cogen vacaciones esos días, o días libres, si pueden, o incluso se ponen enfermos. ¡Lo que hay que ver! Pues yo conozco alguno, que al finalizar la jornada de huelga aún te pregunta si había mucha gente en la manifestación, o si repartió mucha leña la policía. Que supongo yo será por si les preguntan al día siguiente en el trabajo. Me parece un poco asqueroso.
 
Eterna discusión, derecho al trabajo y derecho a la huelga
 
Pero la jornada de ayer, ese 14N por supuesto que no pasará a la historia por estos sindicalistas de palo, pasará a la historia por los sindicalistas de verdad, por la gente de izquierdas, trabajadores y en muchos casos, parados, jubilados, padres y madres que secundaron de alguna forma esta jornada de huelga, por aquellos que deseosos de hacer huelga vieron su puesto de trabajo seriamente amenazado y tuvieron que acudir a su trabajo, pero que quisieron plasmar su desacuerdo en la manifestación, por aquellos que vieron amenazada su educación, la de sus hijos, o los que vieron que la sanidad es cada vez menos pública, por los que han visto como sus salarios se reducían de forma proporcional a la que sus patrones veían incrementados los beneficios, por aquellos jubilados que temieron quedarse un día sin su paga, por aquellos que quisieron dejar patente que la política de austeridad de este gobierno nos está metiendo en un bucle dónde perdemos nuestros derechos y nos vamos empobreciendo cada vez más. Ayer, una vez más hubo baile de cifras. En la manifestación de Madrid, la más numerosa en España, los sindicatos calculan próximo al millón de manifestantes, mientras que la policía calcula 35.000 personas, 65.000 personas menos de las que entran en el Santiago Bernabeu para ver un partido cualquiera del Real Madrid, pero a mi los bailes de cifras realmente no me vienen ni me van demasiado, las cifras serán las que sean pero yo he visto en mi trabajo más personal que nunca en huelga, más que en ninguna otra convocatoria de huelga, y he visto mucho local cerrado por la zona por la que me muevo, y he visto a la gente en la manifestación, colapsando el Paseo del Prado y de Recoletos, un escenario más grande que en otras ocasiones, y una plaza mucho mayor que la Puerta del Sol que empezaba a quedarse escasa para este tipo de eventos. También he visto unos discursos flojos de los líderes sindicales, y el que más me ha gustado ha sido el Secretario General de CCOO de Madrid, con cerca de ese millón de personas al frío aguantando cerca de una hora de discursos.
 
No era una mascletá
 
He visto como he dicho, un ambiente festivo, sin incidentes de ningún tipo, la gente comportándose y reivindicando sus derechos. Los he visto insultar a ciertos locales que permanecían abiertos y que ante la presión tuvieron que cerrar sus puertas, sin ningún destrozo, sin ninguna agresión física. Y luego he llegado a casa, y por puro masoquismo he puesto una vez más Intereconomía, dónde me abrieron un ojo y me cerraron el otro. Efectivamente, tal y como esperaba, las imágenes que ponían una y otra vez eran las de los exaltados, las de aquellos que incendiaron contenedores y se parapetaron tras barricadas improvisadas en la calle, las de aquellos que molestaban a ciudadanos que se tomaban algo en una terraza, he visto a piquetes sellando las verjas de los comercios, he visto lo que no es rigor informativo, claro que, yo con esto ya contaba, como contaba ver en TeleMadrid a Hermman Hersch dando su crónica sobre "el fracaso de la huelga" en una grabación que había hecho el día antes de que comenzase la huelga, que hay que tener cara y rigor periodístico para hacer algo así. Después he visto como se vilipendiaba a los sindicatos, como se pedía casi de forma enfermiza que se retirasen todas las ayudas que del Estado reciben los sindicatos. Y señores, defensores de la democracia y de los derechos de la humanidad, sepan ustedes que un insulto a los sindicatos no es más que un insulto al trabajador, pues los sindicatos son los representantes de los trabajadores, sepan Vds. que la existencia de los sindicatos está recogida en la Constitución y que estos realizan una labor básica no solo en la economía, también para los derechos sociales no solo de los trabajadores, sepan que las subvenciones que reciben están auditadas e intervenidas, que todo lo que se gasta un sindicato tiene que justificar sus gastos y sepan, que muchos políticos del PP esto no lo están haciendo. Sepan que un estado sin sindicatos es una fábrica de esclavos. Sepan que por muchas imágenes de exaltados que pongan, nadie me va a sacar de la idea de que es muy fácil calentar a la gente que ya de por si va caliente a una manifestación, llena de motivos para hacer huelga, que sentado en un despacho, levantando el teléfono y ordenando que se haga una carga policial ya tenemos muchas imágenes para un nuevo programa de Intereconomía dónde se muestre a grupos antisistema. Tan sencillo levantar ese teléfono como sencillo es ver una jornada sin incidentes.
 
Cabecera de la manifestación
 
Y finalizo quejándome ante quién ayer me defendía que estaba muy bien la presencia policial "para algunos que no se saben comportar". Claro que está bien, y la labor intimidatoria también, pero veo imágenes del niño de 13 años que se llevó un porrazo y tenía la cabeza abierta. Yo no sé si esa imagen la pusieron en Intereconomía, no sé si el niño era un antisistema, aunque estaba por la calle con sus padres, no sé si era un incendiario de contenedores y un levanta vallas, lo que sí  creo es que una cosa es intimidar y otra es agredir a gente que pacíficamente reivindicamos nuestros derechos, y probablemente ese crío, estuviese pidiendo por una educación pública y digna. En las imágenes se ve claramente el golpe que le dan, y como va otro policía a seguir dándole bajo la protección de sus padres. ¡Qué fácil es encender la chispa! ¿Y esta vez no han visto a Cándido Méndez encendiéndose un cigarrillo con unas cerillas?
 
El niño yihadista como lo conocen en los medios de la caverna
 
Batalla campal en la Calle Atocha
 
Un bombero fue detenido por mojar a unos policías con la manguera

6 comentarios:

  1. Desde luego eres masoquista sintonizando "Intereconomía" xD... así estás xD.

    Pero bueno, siempre están los típicos subnormales (por no llamarlos de otra manera) que están para reventar las manifestaciones y la polícia está descontrolada repartiendo a diestro y siniestro.

    Un abrazo chiquitín !!.

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    1. A mi en el fondo me encanta. Por el momento no he podido disfrutar de una victoria socialista como dios manda en Intereconomía. Una pena cuándo lo del Constitucional, que no pude verlo, me habría gustado.

      Bicos ricos

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  2. Bueno, lo de los sindicalistas es de traca, pero por la zona donde trabajo había piquetes sindicales y esos son unos putos sirvengüenzas (algunos, no todos), yo iba en mi coche con el papelito de "Servicios mínimos", me pararon a las 5h45 para informarme y yo les dije que estaba con los "servicios mínimos", pues bien, en los 45 minutos que tenía de descanso (recuerdo que ayer estaba en doble turno y tenía ese tiempo para comer), cuando voy al coche a coger unas cosillas, me fijo que me habían reventado el parabrisas, el foco delantero derecho y un espejo lateral de mi coche y para más inri, tenía una pegatina puesta de la huelga.

    Por suerte tengo el seguro "a todo riesgo" y llamé a la compañía y se hace cargo de la reparación.

    Mira, si llego a enganchar al subnormal que me hizo esto le reviento la cabeza.

    Respecto a la policia ¿quien coño se creen para aporrear de esta manera? ¿estamos volviendo a los tiempos de la dictadura?. Vamos hombre.

    Salu2.

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  3. Por cierto, ayer se llevó una gran ovación Boti, la presidenta de la FEGLTB, dicho esto, aparecen en prensa hoy también las disquisiciones del Constitucional sobre el matrimonio.

    http://www.cadenaser.com/espana/articulo/matrimonio-gay-reconoce-orientacion-sexual-constitucional/csrcsrpor/20121115csrcsrnac_11/Tes

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    1. Y por lo que veo, muchos medios (poco agradecidos, o nada, por cierto) todavía no están al loro del tema.

      BR

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  4. Pues no cuántos sindicalistas de palo habrá por ahí, yo en los términos que tu describes no conozco a ninguno, pero vamos, teniéndolo en cuenta que la población laboral es básicamente insolidaria ( siento decir que en el colectivo de funcionarios no había ni cuatro haciendo huelga antes de formar parte de la merienda de los recortes) y suele abundar cierto espécimen de trabajador que no tiene empacho en pisarle la cabeza al compaňero con tal de quedar bien con el jefe, pues es fácil imaginar que entre los sindicalistas haya más de un jeta y de un oportunista. Ahora bien, esto dista mucho de representar la realidad general, lo normal y más común es que el sindicalista sea ese desgraciado que habita en el comité de empresa y que se lleva por un lado los palos de la dirección y por otro el desprecio de sus compaňeros. Pocas actividades debe haber más ingratos que está, por eso a la gente le encanta quejarse de ellos, de que son unos inútiles y unos aprovechados, pero luego nadie les disputa el puesto. Esto es extensible a los sindicatos en general, todos a criticar, para pedir sólo, no vaya a ser que toque arrimar el hombro o poner un euro. En fin...
    Y en cuanto a los de Intereconomía, tanto demonizar a los que no son de su palo, que si los sindicalistas, que si los antisistema, y del sistema podrido que representan ellos no dicen nada. Ya puestos al chiste, prefiero a los de libertad digital, como que tienen más gracia.
    Saludos

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