Hace ya casi un siglo que desapareció del panorama artístico español una de las grandes de un género ahora olvidado. De entre las tumbas "famosas" del cementerio de San Isidro destaca con un ángel, una que llama la atención, Consuelo Bello "La Fornarina", famosa cupletista de principios del siglo XX.
Rápidamente me puse a investigar quién era esa tal Consuelo Bello. Fue una grande aunque murió muy joven. Haciéndo I+D sobre la artista me retrotraje a aquella época donde Madrid estaba poblada de carruajes que recorrían la recién estrenada Gran Vía, una capital que intentaba buscar una identidad más parisina, pues ésta era la capital de la cultura por aquellos años. Muchos teatros poblaban Madrid, tabernas y cafés, tertulias con señores de sombreros de pico, jóvenes rudos que acudían a prostíbulos en noches que terminaban bien entrada la madrugada, truhanes y mucha pobreza, una pobreza como la que vivió en su juventud Consuelito Bello, hija de un Guardia Civil de Ourense y una lavandera toledana. Acudía con su madre a la ribera del Manzanares para ayudarla a lavar ropa para los señoritos. A una temprana edad era habitual de los soportalesdonde ejercía de cantonera, léase prostituta, para ganarse el pan. Un aspecto de su vida que nunca escondió. Pronto sería contratada en una casa de costura, lugar donde eran acogidas muchas prostitutas en una forma más fina de prostituirse, la prostitución de lujo, dónde se hizo con el sobrenombre de "´Rosa de Té" y conoció a personajes de cierto nivel que la retrataron y lanzaron en su carrera como cantante.
Consuelo Bello debutó en el Salón Japonés, una sala de variedades de estilo francés, próximo a la calle Alcalá donde se concentraban la mayor parte de teatros y cafés donde actuaban cupletistas francesas. Su papel sencillo, era una mora a la que entregaban en una bandeja a un sultán. Este pequeño papel la haría triunfar. Tras los espectáculos, los espectadores podían alternar con las artistas y llegar a acuerdos, acuerdos que normalmente finalizaban en una cama. En 1903 cuando tenía 19 años, es contratada para actuar en el Teatro Nuevo Retiro de Barcelona con quince funciones y después, su regreso a Madrid en el Teatro Romea. Conoce en esta época a Javier Betegón que la rebautiza como "La Fornarina", por su exquisito gusto por el arte. Es también en esta época cuando conoce a José Juan Cadenas, el que sería el gran amor de su vida, un periodista que a su vez hace de mecenas de la artista.
“… allá va cosa flamenca;
el tango del conejito
que es de intención picaresca:
Tengo un conejito precioso
y si tú lo quieres ver,
vente al corral de mi casa
y allí te lo enseñaré.
Tiene el pelito de seda
y produce sensación,
si se la pasa la mano
por el lomo al picarón.
Es muy alegrito
muy chiquirritito,
y el tuno, jugando,
menea el rabito;
nunca se está quieto
el muy picarón.
¡Ay,… y qué cosas hace!
¡Bendito sea Dios!”
Las letras pícaras en aquella época de depravación sexual comedida, escondida y estigmatizada la hicieron triunfar. Su impresionante belleza para los gustos de la época, y la ayuda que le prestó Cadenas, haciéndose un papel de algo similar a lo que sería un mánager, consiguiéndole nuevas canciones y haciéndola abandonar lo más burdo de sus representaciones. Su gusto por la lectura, el conocer a los escritores de la época, su facilidad a la hora de conocer nuevos idiomas la llevaron a hacer un repertorio mucho más serio con el que sería contratada en París, Berlín o Londres, actuando en teatros muy importantes y para aristócratas de la época. Se rumoreó que Consuelo había tenido una relación con Alfonso XIII, uno de tantos rumores de aquel entonces. Pero su vida sentimental sí fue más revuelta, y menos tranquila que la artística. Su relación con Cadenas estuvo llena de idas y venidas, de celos, de volver a empezar y terminar una y otra vez, de amantes por ambas partes y convivencia sin matrimonio.
Hasta aquella época, las cantantes jamás aparecían solas en un espectáculo que no fuese parte de una pieza teatral, de zarzuela, o género chico, La Fornarina fue una de las precursoras en salir a cantar nada más que sus canciones, sola en el escenario sin nada más que mostrar pues no destacaba por una gran voz, ni grandes conocimientos musicales. Esto le hizo ganarse muchos enemigos entre mujeres que no podían acudir a estos espectáculos, admiradores despechados u otras cantantes de la época que no entendían el éxito de la bella Consuelo Bello.
La salud de Consuelo Bello, Vello según su partida de nacimiento, siempre había sido débil, por distintos problemas uterinos y ováricos debidos a sus relaciones sexuales como prostituta y a los distintos abortos practicados en épocas donde la higiene y la sanidad no eran especialmente suficientes. Un fibroma y varios quistes malignos derivaron en ovariosalpingitis supurada bilateral, miomas uterinos y septicemia. Publicaba en 1915 su último disco con canciones nuevas, entre ellas, el último cuplé en el que parecía despedirse del público, sabiendo que su final estaría próximo. Fallecía en un hospital el 17 de julio de 1915, acompañada por su familia y su gran amiga de toda la vida, Nati. Cadenas no pudo estar con ella porque la familia de la artista le negó su visita. Una gran comitiva acompañó los restos mortales de la primera gran cupletista española, entre toda esta gente, muchos de los indigentes a los que La Fornarina ayudó a lo largo de su carrera.
Para no hacer más inmenso este post, os dejo para que escuchéis de fondo uno de estos cuplés que años después se hizo muy conocido al ser cantado por Sara Montiel en una de sus películas, el Polichinela con La Machicha y el Clavelitos, aunque podría haber dejado el sonido de su conocido El último Cuplé o el cómico Sarasa!!!
Interesante su vida, es curioso que las enfermedades que has nombrado no son mortales en la actualidad pero claro, aquellos eran otros tiempos.
ResponderEliminarGenial... ¡mira qué resultado! ¡eso de estar por ahí indagando! ¡lo que dan de sí los cementerios!... Interesante, muy muy interante.
ResponderEliminarVerdaderamente esta gente las pasó canutas... a pesar de tener un cierto éxito en su momento, vivieron una vida bastante dura y sombría.
Nos has reflejado muy bien el ambiente de aquellos tiempos.
¿No será que todos llevamos dentro algo de Fornarinos? jajaja!
O sea q angel es una cupletista jujuju.
ResponderEliminarLa chica esta, bello, vendria entonces a ser la lady gaga de la epoca, no? Hay q ver a lo q lleva el guarrindongueo, estaba rota x dentro pero cantaba el ultimo cuple. En plan Freddy con su show must go on. Ay q comentario mas triston me esta quedando! Asi q mejor lo dejo aqui hala. Y me vooy al gimnasio a recuperarme del finde q ya no dntro en los pantalones jajaja
Interesante la vida de Fornarina, y su último Cuplé. Hay que resaltar que en esos tiempos tales enfermedades uterinas eran mortales.
ResponderEliminarAbrazos.
Vaya que te ha interesado, es una historia bastante sufrida. Me llama la atención eso de haber sido prostituta y no negarlo, no es muy común. En la actualidad en mi país hay una "celebridad" muy famosa que también lo fue, en Japón y que se metió en un gigantesco lío porque se casó con un japonés que robó muchísimo dinero, bueno, el punto es que esta chica tampoco niega su pasado y me parece fenomenal que así sea. Escuché los temas del video y me parecen divertidos, por alguna razón no me suena tan desconocido, creo que alguna vez habré oído algo similar, pero no consigo recordar dónde. Cariños Pimpf.
ResponderEliminarEste guiño biográfico me ha dejado patidifuso por desconocimiento y sorpresa... Me ha hecho pensa también en Edith Piaf...(sólo que aquella sí tenía una voz prodigiosa) Te recomiendo la peli por cierto. Gran Marion Cotillard. Y cuánta vida tras una lápida... Besote.
ResponderEliminarTe ha quedado un post de marica fina muy bonito. Muy elegante. No como los que yo hago que son muy bastos y como muy de barrio. Tu eres la Carmen Lomana de los blogs gays y yo la Belén Esteban. Ay.
ResponderEliminarMuy interesante la vida de la muchacha. Sí. Pena que no pillara un barón con muchos cuadros para poder retirarse.
Oyes, otra cosa. Que me has traido a la memoria tus post de fotos por lo del cementerio de San Isidro. Ese
os post con los que yo caí rendido a tus pies cuando no te conocía. Porfa, porfa, no tardes en hacer otro. Molan.
Besos y agur.
Muy buena la I+D sobre este personaje, curioso de verdad, desde hoy miraré a las vedettes desde otro punto de vista... y comparto eso que dices de que, detrás de cada tumba, está la vida de un ser humano irrepetible que deberíamos conocer, para enriquecernos como personas.... ¡Que lástima que mis I+D sobre otros personajes no den sus frutos, jejejeje, tú ya me entiendes, jejejeje!
ResponderEliminarSeñor apuesto y dotado Pimpf del blog Pimpfiadas. Está cordialmente invitado a la ceremonia del 2do aniversario del blog de Munani a realizarse este sábado 26 de noviembre (hora peruana) XD
ResponderEliminarLugar: Blog de Munani
Esperando su gentil asistencia, quedamos de usted.
Christian, es cierto lo que ha avanzado la sociedad en general, y por suerte.
ResponderEliminarAngel, ¿me estás llamando putón? Jajajaj. Bueno, de los cementerios se pueden sacar muchísimos personajes de los que hacer pequeños posts, no se me había ocurrido hasta que me he dado cuenta que llevo un par de ellos.
Z, efectivamente, lo de Angel es totalmente cierto, yo me lo imagino rodeado de plumas de gaviota por todos lados.
Antony, a mi me gusta ver como ha cambiado Madrid, y la sociedad de aquella época, mucho y poco a la vez.
Melvin, no conozco la vida de Edith Piaf, pero vamos, lo de esta señora fue algo mucho más humilde, menos reconocido internacionalmente. Me anoto la película.
Zowi, en cuanto visite algún cementerio medianamente bonito podré postear algo similar, pero vamos, en Madrid me quedan pocos, quizá el de San Justo que tiene mucho famosete, y el de la Almudena, que nos es impactante por su visual, pero si quizá por las miles de historias que tiene enterradas.
Observatorio, podría haber contado mucho más pero el post iba a ser gigantesco y tenía que resumirlo de alguna u otra forma. Muy interesante.
Munani, muchas gracias, me pasaré por el blog, aunque tarde... claro...
Bicos Ricos