La Cabecera de la Quincena (XVI)

Y ya cuando todos os pensábais que no podría sorprenderos con una nueva cabecera de la quincena, voy yo y lo hago, si es que, como véis para presumir no me hace falta abuela, yo mismo me lo guiso y me lo como y yo hago mi autocrítica, bueno, que no es autocrítica, es auto alabanza.

Cabecera de la primera quincena de noviembre

Como ya es tradición, continuo haciendo una carátula cada quincena con la cual alimentar la vista del respetable, poniendo, normalmente un maromo, un fondo que haga referencia a la época del año en la que estamos y el título del blog, para que no os perdáis.

Esta primera quincena, y dado que ya ha entrado, dicho sea de paso, por fin, el otoño y con el frío propio de la época he decidido poner a un chico en blanco y negro con cara de vicioso y que me recuerda a ... bueno, dejemos esta parte del morbo y a quién me recuerda, en tal caso con cierto parecido a Adso de Melk, el Christian Slater de El Nombre de la Rosa, o por lo menos la mismo gesto de vicio que el coprotagonista de tan maravillosa película. Lo del chico no tiene mayor ciencia, solo que ha sido ver su foto y era como si me estuviese pidiendo a gritos salir en una de mis cabeceras. Perdón, famosas cabeceras.

El fondo es un fondo madrileño, para los que pensais que la capital no tiene árboles y naturaleza, a excepción del parque del Buen Retiro. Pues bien, esto es cerca de mi casa, en un lugar muy céntrico y concurrido. Un árbol cualquiera de la Plaza de España, y es que a veces no hay que ir muy lejos para hacer una foto más o menos decente. Esto no quita que a uno no le apetezca visitar nuevos lugares, lo digo por si tenéis intención de llevarme algún día de excursión. El caso es que este tronco de no sé qué árbol representa un poco ese otoño entrado, lo caduca que es la naturaleza en estas épocas hasta la llegada de los primeros brotes y ojo, con esto de los brotes no hablo de economía ni de nada político, que luego pensáis que estoy metiendo la cuña, y no, dejemos a Rajoy y a Rubalcaba para esta noche, que a mi no me gusta, ya sabéis hablar ni de política ni de mi vida privada en este blog. El caso es que este es el mes de los magostos, que para los que no lo sepan son esas fiestas donde se asan castañas en las brasas y se reparten para todo el mundo. No confundir un magosto con una castañera cualquiera que vende las castañas en estas épocas del año, nada que ver, y además, en Galicia, estas fiestas están muy extendidas y suelen acompañarse las castañas bien con un buen vino gallego o con algún licor, por ejemplo, un buen licor de café para calentar cuerpo y alma.

Bicos Ricos