viernes, 8 de febrero de 2013

Doña Perfecta ataca de nuevo

Ha sido un sencillo episodio que pasaría a la historia en el caso de ocurrir con otro compañero de piso, con La Niña todo alcanza magnitudes estratosféricas, o como dirían en Gran Hermano (que comienza el próximo lunes), todo se magnifica.
 
De todos los blogueros es conocido el tono de marisabidilla de mi compañera de piso, su "así y ahora", y anoche coincidimos en la cocina. Mientras me preparaba la cena, se me ocurrió limpiar un poco la encimera por encima, sin forzar demasiado pues hace tiempo que no veo a nadie hacerlo, y llegó ella para lavar SU cafetera, con SU esponja. Yo acababa de echar jabón en un estropajo y de echar un poco de lejía en una bayeta húmeda, porque me gusta limpiar bien, lejía y en ocasiones amoníaco si fuera necesario. Pasé el estropajo por parte de la encimera y acto seguido la bayeta. Luego pasé el estropajo por otra parte de la encimera y cuándo iba a pasar la bayeta, todavía con su lejía ella me dijo con su tono de chica irritada "no, así no, déjame que la pase por agua, no le pases la bayeta sin enjuagar que lo llenas todo de grasa". No estaba seguro de haber escuchado bien, pero si, la niña a la que jamás he visto limpiar ninguna zona común me estaba enseñando como limpiar. La bayeta estaba llena de lejía, así que decliné su invitación con un "acabo de echarle lejía, la bayeta está todavía limpia". Puso cara de indignada poniendo una mueca con sus labios. Mientras terminaba de pasar la bayeta leía la expresión de su cara "bueno, haz lo que quieras, yo ya te he avisado, puerco".
 
No quise decirle nada, solamente terminé lo que estaba haciendo, y cuándo lo hice me fui a cenar. Claro que por mi mente pasó darle un par de contestaciones. Le agradezco el consejo sinceramente, aunque no era el momento, ni yo la persona. No era una limpieza exhaustiva, y aquello quedó como los chorros del oro, al punto que se podría comer directamente encima de la encimera, lo que muchos conocen como la prueba del algodón. Hombre, si le diese el consejo de limpieza a Gordi, yo no lo vería mal que el chico está un poco falto de recursos en cuanto al tema, pero a mi no, que para esas cosas soy demasiado pulcro, y mucho menos que me de consejo de limpieza una persona que se cree que lo hace todo perfecto.
 
Pues sepa Vd., srta. La Niña, que me he callado eso de que jamás la he visto pasar una bayeta ni sucia ni limpia, no la he visto, no la he visto tampoco y ya hablando de pulcritud, limpiar los platos que Vd. utiliza como tapa para calentar el agua y que se llenan de esas sucias manchas negras que deja el fuego en la parte posterior de los platos, esos platos que después no utiliza, ni utiliza ni limpia. Tampoco la he visto pasar una triste bayeta por los muebles, y es que empiezo a cansarme de soltar indirectas del estilo "alguien asesinó, a alguien, alguien es un asesino", pues con la limpieza voy a tener que empezar a soltarlas por el estilo "alguien no limpió bien la encimera, alguien se las da de demasiado limpia y luego no coge un paño".
 
He dicho.

7 comentarios:

  1. Vamos que si no se lo dices a la cara lo dices en el blog xD.

    Esta niña estaría nominada a abandonar la casa xD.

    Salu2.

    ResponderEliminar
  2. Joder con la compañera y que paciencia tienes para aguantarla xD.

    Un abrazo chiquitín !!.

    ResponderEliminar
  3. Anís qué malos recuerdos me trae... Recuerdo ahora mismo a una compañera de piso que... Uf, aquello si que era insoportable.... Perfección era poco.... Qué horror!!! Que las aguante su tía! Besotes.

    ResponderEliminar
  4. Yo tuve uno que se tocaba en el sofá del salón, así que uno que limpia poco es el menor de mis problemas.

    ResponderEliminar
  5. Suerte que acá nadie tiene la actitud de la niña esa, pero sí logro identificarme con los personajes de tu piso. Siento que yo sería el Gordi porque rara vez limpio y no tengo ningún tipo de habilidad en el tema. M vendría siendo Pimpf, porque es un pelín más preocupado y Elric sería la niña, porque es un obseso jajaja, yo creo que debe tener un trastorno en plan fobia a las bacterias o que se yo!...pero entre M y él lo dejan todo reluciente jejejejeje. Cariños y fuerza, bien sé yo lo que es lidiar con caracteres diferentes jejejeje.

    ResponderEliminar
  6. Ooh eso es la parte terrible de la convivencia con otras personas, que a veces no puedes hacer o decir lo que se te antoja por eso de respetar el “espacio” del otro. Mmm Yo cuando tengo problemas en el trabajo dejo mis carteles con letras inmensas dando un mensaje general de manera que tooooodos se sientan aludidos, ayer por ejemplo vi que alguien (una de mis técnicas) no había limpiado la zona que le correspondía el cartel rezaba lo siguiente “Si están planeando sembrar papas en este anaquel, ya tienen tierra suficiente” Y OOOh maravilla al día siguiente todos los anaqueles estaban listos para pasar la prueba del algodón o pañuelito de lino como le decimos aquí! Un abrazote!!

    ResponderEliminar
  7. Yo inundaría la casa de post it amarillos, o de rosa fosforito, con mensajes subliminales... ¡nada de indirectas! y los iría pegando a diestro y siniestro por toda la casa... El último de ellos diría "Haz caso a los consejos cuanto antes ¡que luego el pegamín de los post it se seca y deja cerco! ¡cacho guarra!" Así soy yo, fino e indirecto....

    ResponderEliminar